SEMANA SANTA 2006

EMOTIVA VIGILIA
Benedicto XVI destaca la resurrección que cambió la historia
Benedicto XVI presidió esta madrugada en la basílica de San Pedro una emotiva vigilia en la que destacó la resurrección que cambió la historia del mundo y su vigencia en el mundo actual.Benedicto XVI presidió esta madrugada en la basílica de San Pedro una emotiva vigilia en la que destacó la resurrección que cambió la historia del mundo y su vigencia en el mundo actual.Bendición y mensaje "Urbi et Orbi"El Papa Benedicto XVI, elegido el 19 de abril de 2005 como sucesor de Juan Pablo II, celebra este domingo, día en que cumple 79 años, la Misa de Resurrección en la plaza de San Pedro antes de pronunciar su mensaje Urbi et Orbi (a la ciudad y al mundo) desde el balcón de la basílica de San Pedro.El año pasado, Juan Pablo II, que murió el 2 de abril, se tuvo que resignar a ser un espectador de las celebraciones a causa de su delicado estado de salud. Ni siquiera pudo pronunciar la bendición del día de Pascua -que en 2005 fue el 27 de marzo- y las televisiones del mundo entero difundieron las imágenes de un pontífice casi paralizado.Solemne Via CrucisEl viernes por la noche, el pontífice recorrió el tradicional camino de la cruz del Coliseo, en el centro de Roma. Benedicto XVI evocó los sufrimientos que vive la humanidad con "los niños abandonados y de los que se abusa", "las amenazas contra la familia" y la división del mundo entre ricos y pobres.A pesar de que Juan Pablo II confiaba las meditaciones del camino de la cruz a laicos, Benedicto XVI encargó esta misión a un prelado del Vaticano, monseñor Angelo Comastri, archipestre de la Basílica San Pedro.Monseñor Comastri decribió un mundo "frío. inhóspito, egoísta" e "indiferente a los otros", y describió "la agresión contra la familia". "Nadie puede permanecer neutro" ante los sufrimientos del mundo creados por el pecado de los hombres", señaló al final del Via Crucis Benedicto XVI.Profunda confesiónEl miércoles, durante su audiencia semanal ante 40.000 fieles, el Papa había dado a conocer el sentido de cada una de las celebraciones de la Semana Santa que conducen a la Pascua. Benedicto XVI había invitado a los fieles a preparar esta fiesta de la resurrección de Cristo con una profunda confesión. "Somos conscientes de ser pecadores", dijo, "pero confiamos en la misericordia divina". El perdón de Dios "es fuente de paz interior y exterior y nos convierte en apóstoles de la paz en el mundo, donde desafortunadamente persisten las divisiones, los sufrimientos, los dramas de la injusticia, del odio, de la violencia y de la incapacidad a reconciliarnos", destacó Benedicto XVI.