El síndrome del Fideicomiso Tuerto
La candidatura de Sebastian Piñera, levanta dedos, rompe jarrones y postula fideicomisos haciendo emerger las desconfianzas propias de los esquemas de los últimos 15 años. Reitera nuevas travesias de desiertos y hace dudar en las futuras desestabilizaciones de la sociedad chilena si Piñera llegara a la Presidencia de la República.
Todo lo anterior suena a falso, erratico como en épocas anteriores. No se logra entender que la antigua clase media ha sido reemplazada por una nueva clase profesional y tecnológica, ni siquiera clase, mas bien compuesta por diversos y muy variados segmentos socio economicos renovados, emergentes, impredecibles. Por el contrario Piñera pareciera ser que los convoca, que los entusiasma, que los hace soñar y por cierto los estremece por sobre las campañas mediaticas. Se reconoce en el un actor muy joven que supo decir NO en circunstancias confusas cuando recien obtenia un Doctorado en Economía en una universidad prestigiosa, Harvard. Se le reconoce un pensamiento de matriz democratico y cristiano pero instalado en un mundo globalizado, de redes y de byts, hacia el que hay que acudir con tolerancia y respeto. Se le mira como un empresario exitoso, autonomo e independiente y todo lo liberal que se le puede pedir a un chileno en la Sociedad de la Información y pos moderna que evoluciona hacia un futuro en construcción, renovado.
Sectores de Estados Unidos, la Iglésia Católica, la Masonería, las Fuerzas Armadas, la Juventud se reconocen en ese nuevo liderazgo nacional y renovado, democratico, emprendedor y tolerante como eficiente y eficaz. Deberemos esperar las reacciones y sus decantaciones de la sociedad para no errar el viscachazo.
Es un error partir por fideicomisos - modernas formas de campañas del terror - ante una opinión pública que cree en la libertad de emprender, en la autonomía de la libertad y en que los empresarios son tanto de izquierdas como de derechas, como ayer los viajeros y descubridores de nuevos horizontes en la tierra y hoy en el espacio ultraterrestre.
Todo lo anterior suena a falso, erratico como en épocas anteriores. No se logra entender que la antigua clase media ha sido reemplazada por una nueva clase profesional y tecnológica, ni siquiera clase, mas bien compuesta por diversos y muy variados segmentos socio economicos renovados, emergentes, impredecibles. Por el contrario Piñera pareciera ser que los convoca, que los entusiasma, que los hace soñar y por cierto los estremece por sobre las campañas mediaticas. Se reconoce en el un actor muy joven que supo decir NO en circunstancias confusas cuando recien obtenia un Doctorado en Economía en una universidad prestigiosa, Harvard. Se le reconoce un pensamiento de matriz democratico y cristiano pero instalado en un mundo globalizado, de redes y de byts, hacia el que hay que acudir con tolerancia y respeto. Se le mira como un empresario exitoso, autonomo e independiente y todo lo liberal que se le puede pedir a un chileno en la Sociedad de la Información y pos moderna que evoluciona hacia un futuro en construcción, renovado.
Sectores de Estados Unidos, la Iglésia Católica, la Masonería, las Fuerzas Armadas, la Juventud se reconocen en ese nuevo liderazgo nacional y renovado, democratico, emprendedor y tolerante como eficiente y eficaz. Deberemos esperar las reacciones y sus decantaciones de la sociedad para no errar el viscachazo.
Es un error partir por fideicomisos - modernas formas de campañas del terror - ante una opinión pública que cree en la libertad de emprender, en la autonomía de la libertad y en que los empresarios son tanto de izquierdas como de derechas, como ayer los viajeros y descubridores de nuevos horizontes en la tierra y hoy en el espacio ultraterrestre.
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