CUIDADO CON NEGOCIAR CON LOS HITLERES MODERNOS
Bush critica, Obama se defiende
Comentarios desde Israel del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, sacudieron la campaña electoral interna del opositor Partido Demócrata.
Washington. Comentarios desde Israel del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, sacudieron la campaña electoral interna del opositor Partido Demócrata.
Sin identificarlas, Bush comparó a figuras demócratas que proponen un acercamiento a países hoy considerados adversarios de Washington con quienes pretendían "apaciguar" al régimen nazi en Alemania antes de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).
"Algunos creen que debemos negociar con terroristas y radicales, como si algún argumento ingenioso los fuera a persuadir de que todo lo que hicieron estuvo mal. Ya hemos escuchado ese delirio tonto antes", declaró Bush el jueves ante el parlamento israelí.
No dio nombres, pero todo el mundo coincide en que el discurso respondía la inclinación del precandidato presidencial demócrata senador Barack Obama de mantener negociaciones con el gobierno del presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad.
Por "delirio tonto", Bush se refería al intento de apaciguar al líder nazi Adolf Hitler (1889-1945) mediante el Acuerdo de Munich firmado en 1938 por los jefes de gobierno de Alemania, Francia, Gran Bretaña e Italia.
Ese tratado permitió al régimen nazi anexarse una región de la hoy desaparecida Checoslovaquia cuyos habitantes eran de habla alemana.
Bush llegó a citar a un senador que en 1939 sostuvo que la guerra en Europa pudo evitarse si tan sólo él "pudiera haber hablar con Hitler".
"Apaciguamiento" se convirtió en todo el mundo una palabra de moda de la derecha para criticar los acercamientos con países enemistados con Estados Unidos.
Colaboradores de Obama replicaron que las críticas de Bush eran inapropiadas y mostraban falta de visión, pues su actual política no logra garantizar la seguridad de Israel ni contener la creciente influencia de Irán en Medio Oriente.
"Es decepcionante que el presidente Bush utilice un discurso en el Knesset (parlamento) por el 60 aniversario de Israel para lanzar un ataque político infundado", declaró Obama, quien recordó que nunca abogó por el diálogo con terroristas.
"La extraordinaria politización de la política exterior del presidente y su política del miedo no hace nada por la seguridad del pueblo estadounidense ni de nuestro incondicional aliado Israel", agregó el senador por Illinois.
El senador demócrata Joe Biden calificó los dichos de Bush de "pamplinas y tonterías. Es escandaloso que el presidente de Estados Unidos vaya al Knesset y haga este tipo de declaraciones ridículas".
De todos modos, Biden se disculpó luego por su "reacción visceral".
El candidato por el gobernante Partido Republicano para las elecciones presidenciales de noviembre, senador John McCain, estuvo de acuerdo con Bush.
"Creo que Barack Obama debe explicar por qué quiere sentarse a conversar con un hombre que es jefe de gobierno de un país que patrocina el terrorismo, es responsable del asesinato de jóvenes estadounidenses valientes, quiere borrar del mapa a Israel y niega el Holocausto" judío, declaró McCain.
En cambio, la portavoz de la Casa Blanca, Dana Perino, insistió en Jerusalén que los comentarios de Bush no iban dirigidos a Obama, y añadió que el presidente ya había hecho tal comparación antes.
"Comprendo que en plena campaña sientan que el mundo gira en torno a ustedes, pero no es siempre así y éste es el caso", declaró Perino.
Pero el senador demócrata Dick Durbin, partidario de Obama, no estuvo de acuerdo y calificó de "tonterías" los dichos de la Casa Blanca.
"No tiene remedio lo que hace el presidente. Es un ataque contra la posición del senador Obama que no debiéramos permitir, aun los que no estamos de acuerdo en lo que a negociaciones y diplomacia respecta", señaló Durbin.
Incluso la senadora Hillary Rodham Clinton, que pelea con uñas y dientes por ser la candidata demócrata a las elecciones presidenciales, defendió a su correligionario: "La comparación del presidente Bush, de cualquier demócrata con los apaciguadores nazis, es ofensiva y escandalosa, en especial a la luz del fracaso de su política exterior".
Tradicionalmente, "cuando el presidente de Estados Unidos está en el extranjero, deja los asuntos de política interna antes de cruzar la frontera", señaló el representante demócrata Rahm Emmanuel. "¿No tiene vergüenza el presidente?"
El demócrata devenido independiente senador Joe Lieberman, un neoconservador que respalda la candidatura de McCain, defendió a Bush. El presidente "dijo las cosas como son".
"Es muy importante para la seguridad nacional que nuestro comandante en jefe pueda distinguir entre los amigos y los enemigos de Estados Unidos y no los confunda", declaró.
En su defensa, Obama recordó que los ex presidentes republicanos Richard Nixon (1969-1974) y Ronald Reagan (1981-1989) negociaron y sellaron acuerdos con sus entonces rivales la hoy disuelta Unión Soviética y China.
La posición de Bush de seguir aislando políticamente a Irán contradice los comentarios hechos por el secretario (ministro) de Defensa, Robert Gates, el miércoles ante un grupo de diplomáticos retirados.
"Una recomendación del Grupo de Estudio de Iraq que no se siguió fue la de tratar de llegar a los iraníes", señaló Gates, quien integró ese cuerpo bipartidista designado por el Congreso legislativo hasta que fue propuesto para encabezar el Departamento de Defensa en noviembre de 2006.
"Tenemos que buscar la forma de ejercer algún tipo de influencia con los iraníes y sentarnos con ellos a negociar", sostuvo Gates. "Si hay un intercambio, entonces ellos también tienen que tener algo. No podemos presentarnos y ser quienes reclaman y que ellos no sientan que no necesitan nada de nosotros."
Gates es considerado un realista, un enfoque en materia de política exterior de centroderecha que considera que con los enemigos se puede negociar, a diferencia de la posición neoconservadora que caracterizó gran parte de las políticas del gobierno de Bush.
El más importante asesor de política exterior de McCain, Randy Scheunemann, es neoconservador.
La propuesta de Obama fue criticada en forma rotunda por los neoconservadores y sus aliados de derecha y pro israelíes por considerarla apaciguadora del régimen iraní, al que Bush consideró "el principal patrocinador mundial del terrorismo" en su discurso del jueves.
Los neoconservadores, la mayoría de los cuales son judíos, agravian la retórica de Ahmadinejad contra Israel por considerarla equivalente al antisemitismo nazi.
Ellos consideran que las concesiones que se hicieron a Hitler en Munich en 1938 lo envalentonaron para violar el acuerdo e invadir el resto de Checoslovaquia, que a la postre llevaron a la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) y a las atrocidades nazis.
A partir de ese contexto histórico, los neoconservadores consideran al mundo en términos morales de bueno y malo, como quedó demostrado por la definición de Bush del "eje del mal" en 2002, compuesto por Corea del Norte, Iraq, Irán y su constante retórica acerca de los "malhechores".
Con esas fuerzas del "mal" no se debe negociar, como quedó probado cuando los partidarios de línea dura rechazaron en 2003 la propuesta de "gran acuerdo" de Estados Unidos e Irán.
Los neoconservadores y sus aliados israelíes de derecha se oponen a muchas concesiones en el marco de un acuerdo de paz palestino-israelí.
Comentarios desde Israel del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, sacudieron la campaña electoral interna del opositor Partido Demócrata.
Washington. Comentarios desde Israel del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, sacudieron la campaña electoral interna del opositor Partido Demócrata.
Sin identificarlas, Bush comparó a figuras demócratas que proponen un acercamiento a países hoy considerados adversarios de Washington con quienes pretendían "apaciguar" al régimen nazi en Alemania antes de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).
"Algunos creen que debemos negociar con terroristas y radicales, como si algún argumento ingenioso los fuera a persuadir de que todo lo que hicieron estuvo mal. Ya hemos escuchado ese delirio tonto antes", declaró Bush el jueves ante el parlamento israelí.
No dio nombres, pero todo el mundo coincide en que el discurso respondía la inclinación del precandidato presidencial demócrata senador Barack Obama de mantener negociaciones con el gobierno del presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad.
Por "delirio tonto", Bush se refería al intento de apaciguar al líder nazi Adolf Hitler (1889-1945) mediante el Acuerdo de Munich firmado en 1938 por los jefes de gobierno de Alemania, Francia, Gran Bretaña e Italia.
Ese tratado permitió al régimen nazi anexarse una región de la hoy desaparecida Checoslovaquia cuyos habitantes eran de habla alemana.
Bush llegó a citar a un senador que en 1939 sostuvo que la guerra en Europa pudo evitarse si tan sólo él "pudiera haber hablar con Hitler".
"Apaciguamiento" se convirtió en todo el mundo una palabra de moda de la derecha para criticar los acercamientos con países enemistados con Estados Unidos.
Colaboradores de Obama replicaron que las críticas de Bush eran inapropiadas y mostraban falta de visión, pues su actual política no logra garantizar la seguridad de Israel ni contener la creciente influencia de Irán en Medio Oriente.
"Es decepcionante que el presidente Bush utilice un discurso en el Knesset (parlamento) por el 60 aniversario de Israel para lanzar un ataque político infundado", declaró Obama, quien recordó que nunca abogó por el diálogo con terroristas.
"La extraordinaria politización de la política exterior del presidente y su política del miedo no hace nada por la seguridad del pueblo estadounidense ni de nuestro incondicional aliado Israel", agregó el senador por Illinois.
El senador demócrata Joe Biden calificó los dichos de Bush de "pamplinas y tonterías. Es escandaloso que el presidente de Estados Unidos vaya al Knesset y haga este tipo de declaraciones ridículas".
De todos modos, Biden se disculpó luego por su "reacción visceral".
El candidato por el gobernante Partido Republicano para las elecciones presidenciales de noviembre, senador John McCain, estuvo de acuerdo con Bush.
"Creo que Barack Obama debe explicar por qué quiere sentarse a conversar con un hombre que es jefe de gobierno de un país que patrocina el terrorismo, es responsable del asesinato de jóvenes estadounidenses valientes, quiere borrar del mapa a Israel y niega el Holocausto" judío, declaró McCain.
En cambio, la portavoz de la Casa Blanca, Dana Perino, insistió en Jerusalén que los comentarios de Bush no iban dirigidos a Obama, y añadió que el presidente ya había hecho tal comparación antes.
"Comprendo que en plena campaña sientan que el mundo gira en torno a ustedes, pero no es siempre así y éste es el caso", declaró Perino.
Pero el senador demócrata Dick Durbin, partidario de Obama, no estuvo de acuerdo y calificó de "tonterías" los dichos de la Casa Blanca.
"No tiene remedio lo que hace el presidente. Es un ataque contra la posición del senador Obama que no debiéramos permitir, aun los que no estamos de acuerdo en lo que a negociaciones y diplomacia respecta", señaló Durbin.
Incluso la senadora Hillary Rodham Clinton, que pelea con uñas y dientes por ser la candidata demócrata a las elecciones presidenciales, defendió a su correligionario: "La comparación del presidente Bush, de cualquier demócrata con los apaciguadores nazis, es ofensiva y escandalosa, en especial a la luz del fracaso de su política exterior".
Tradicionalmente, "cuando el presidente de Estados Unidos está en el extranjero, deja los asuntos de política interna antes de cruzar la frontera", señaló el representante demócrata Rahm Emmanuel. "¿No tiene vergüenza el presidente?"
El demócrata devenido independiente senador Joe Lieberman, un neoconservador que respalda la candidatura de McCain, defendió a Bush. El presidente "dijo las cosas como son".
"Es muy importante para la seguridad nacional que nuestro comandante en jefe pueda distinguir entre los amigos y los enemigos de Estados Unidos y no los confunda", declaró.
En su defensa, Obama recordó que los ex presidentes republicanos Richard Nixon (1969-1974) y Ronald Reagan (1981-1989) negociaron y sellaron acuerdos con sus entonces rivales la hoy disuelta Unión Soviética y China.
La posición de Bush de seguir aislando políticamente a Irán contradice los comentarios hechos por el secretario (ministro) de Defensa, Robert Gates, el miércoles ante un grupo de diplomáticos retirados.
"Una recomendación del Grupo de Estudio de Iraq que no se siguió fue la de tratar de llegar a los iraníes", señaló Gates, quien integró ese cuerpo bipartidista designado por el Congreso legislativo hasta que fue propuesto para encabezar el Departamento de Defensa en noviembre de 2006.
"Tenemos que buscar la forma de ejercer algún tipo de influencia con los iraníes y sentarnos con ellos a negociar", sostuvo Gates. "Si hay un intercambio, entonces ellos también tienen que tener algo. No podemos presentarnos y ser quienes reclaman y que ellos no sientan que no necesitan nada de nosotros."
Gates es considerado un realista, un enfoque en materia de política exterior de centroderecha que considera que con los enemigos se puede negociar, a diferencia de la posición neoconservadora que caracterizó gran parte de las políticas del gobierno de Bush.
El más importante asesor de política exterior de McCain, Randy Scheunemann, es neoconservador.
La propuesta de Obama fue criticada en forma rotunda por los neoconservadores y sus aliados de derecha y pro israelíes por considerarla apaciguadora del régimen iraní, al que Bush consideró "el principal patrocinador mundial del terrorismo" en su discurso del jueves.
Los neoconservadores, la mayoría de los cuales son judíos, agravian la retórica de Ahmadinejad contra Israel por considerarla equivalente al antisemitismo nazi.
Ellos consideran que las concesiones que se hicieron a Hitler en Munich en 1938 lo envalentonaron para violar el acuerdo e invadir el resto de Checoslovaquia, que a la postre llevaron a la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) y a las atrocidades nazis.
A partir de ese contexto histórico, los neoconservadores consideran al mundo en términos morales de bueno y malo, como quedó demostrado por la definición de Bush del "eje del mal" en 2002, compuesto por Corea del Norte, Iraq, Irán y su constante retórica acerca de los "malhechores".
Con esas fuerzas del "mal" no se debe negociar, como quedó probado cuando los partidarios de línea dura rechazaron en 2003 la propuesta de "gran acuerdo" de Estados Unidos e Irán.
Los neoconservadores y sus aliados israelíes de derecha se oponen a muchas concesiones en el marco de un acuerdo de paz palestino-israelí.
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