PIERDE CHAVEZ
Pierde Chávez referendo; tendrá que irse en 2013
El presidente Hugo Chávez no es invencible. Su proyecto de perpetuación en el poder fue rechazado ayer en el referendo por la reforma constitucional que significó la primera derrota de su larga historia electoral y deja, un año después de su reelección, al chavismo herido y en pleno debate interno
José Vales
El Universal
Lunes 03 de diciembre de 2007
CARACAS.— El presidente Hugo Chávez no es invencible. Su proyecto de perpetuación en el poder fue rechazado ayer en el referendo por la reforma constitucional que significó la primera derrota de su larga historia electoral y deja, un año después de su reelección, al chavismo herido y en pleno debate interno.
Tibisay Lucena, presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE) reconoció, en las primeras horas de este lunes, que la opción del No ganó, aunque por estrecho margen: 50.70% de los votos, mientras que el Sí obtuvo 49.29%. La abstención fue de 44.11%. “Es una tendencia que no es reversible. Se va a mantener con las actas faltantes”, dijo Lucena al leer su informe, una vez escrutado 88% de los sufragios.
Inmediatamente después de emitirse el informe, Chávez reconoció su derrota durante una conferencia de prensa en la que se dirigió a la oposición, a la que “saludo y felicito. Demostraron que ése es el camino. El de la democracia”. “Yo tenía un gran dilema. Quería esperar hasta que los resultados fueran irreversibles, pero no podemos someter al pueblo venezolano a una larga espera... Estoy orgulloso de esta jornada”, acotó un Chávez sumamente adusto, que aseguró que el de ayer fue “un final de fotografía”. “Por ahora, no pudimos”, dijo a sus seguidores, a quienes pidió no sentirse “tristes ni apesadumbrados” por los resultados.
Los festejos se desataron por todo Caracas, con pirotecnia y claxonazos de la oposición.
De ese modo se puso fin a la incertidumbre que rodeaba al proceso electoral y que ya había llevado a la oposición a exigir “¡resultados ya!” al CNE, que tuvo que ser rodeado por militares para evitar incidentes.
El CNE había demorado la entrega del escrutinio final del referendo para ratificar la reforma constitucional con la que el presidente Chávez buscaba la reelección indefinida, con el argumento de que quería emitir resultados seguros. Sin embargo, esa demora no hizo más que alentar los rumores y las suspicacias sobre algún posible intento del gobierno por alterar resultados, lo que al final no sucedió.
El CNE había precisado previamente que “la elección es muy reñida”, pero las caras de los miembros de las organizaciones que rechazaban la reforma, como Ismael García, líder del hasta hace poco chavista Podemos, de los estudiantes universitarios o del ex candidato presidencial opositor, Manuel Rosales, llamando “a reconocer los resultados” con una sonrisa permanente en los labios, lo decían todo.
Mucho más cuando se las contrastaba con la del vicepresidente Jorge Rodríguez, que insistía en pedir “calma, paciencia”, en tanto se daba a conocer el boletín definitivo.
En las horas previas a que Chávez admitiera el triunfo del No, se reunió con los altos mandos militares, en el Palacio de Miraflores (sede del gobierno) “para analizar la situación”.
Los rostros adustos contrastaban con los mensajes triunfalistas emitidos en las primeras horas que siguieron al cierre de casillas. El gobierno hablaba de ventajas usando datos a su favor de encuestas —algunas inexistentes— filtrados a las agencias internacionales de noticias. Datanálisis, una de las tres empresas citadas en los cables, desmintió que hubiera realizado sondeo alguno.
El silencio del CNE y del gobierno no dejaba de generar incertidumbre y cierta tensión.
Otro indicio en detrimento de los planes de Chávez, pasadas las primeras horas del escrutinio, fue que el ministro de Comunicaciones, William Lara, mandó a retirar un aviso publicitario pautado en los principales diarios del país, celebrando el triunfo del Sí, según pudo confirmar este periódico.
Mientras grupos de estudiantes esperaban los resultados en el local del No en las cercanías de la Plaza Altamira, varios miles de militantes oficialistas esperaban desde temprano en las inmediaciones del Palacio de Miraflores, la palabra del presidente. Desde el gobierno confirmaban que el jefe de Estado hablaría inmediatamente después de que se diera a conocer el resultado oficial.
No obstante, todas las encuestadoras y miembros del oficialismo y la oposición coincidían en afirmar que “esta fue la elección más reñida” desde que en 1998, Chávez llegó al poder.
Si bien se vaticinaron disturbios y problemas, la paz había ganado la noche de Caracas y de las principales ciudades del país, después de una campaña cargada de tensión. Ahora que la reforma con la que el mandatario quería allanar el camino para instaurar lo que el llama el Socialismo del Siglo XXI fracasó, Chávez tendrá que dejar el poder, en enero de 2013.
El presidente Hugo Chávez no es invencible. Su proyecto de perpetuación en el poder fue rechazado ayer en el referendo por la reforma constitucional que significó la primera derrota de su larga historia electoral y deja, un año después de su reelección, al chavismo herido y en pleno debate interno
José Vales
El Universal
Lunes 03 de diciembre de 2007
CARACAS.— El presidente Hugo Chávez no es invencible. Su proyecto de perpetuación en el poder fue rechazado ayer en el referendo por la reforma constitucional que significó la primera derrota de su larga historia electoral y deja, un año después de su reelección, al chavismo herido y en pleno debate interno.
Tibisay Lucena, presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE) reconoció, en las primeras horas de este lunes, que la opción del No ganó, aunque por estrecho margen: 50.70% de los votos, mientras que el Sí obtuvo 49.29%. La abstención fue de 44.11%. “Es una tendencia que no es reversible. Se va a mantener con las actas faltantes”, dijo Lucena al leer su informe, una vez escrutado 88% de los sufragios.
Inmediatamente después de emitirse el informe, Chávez reconoció su derrota durante una conferencia de prensa en la que se dirigió a la oposición, a la que “saludo y felicito. Demostraron que ése es el camino. El de la democracia”. “Yo tenía un gran dilema. Quería esperar hasta que los resultados fueran irreversibles, pero no podemos someter al pueblo venezolano a una larga espera... Estoy orgulloso de esta jornada”, acotó un Chávez sumamente adusto, que aseguró que el de ayer fue “un final de fotografía”. “Por ahora, no pudimos”, dijo a sus seguidores, a quienes pidió no sentirse “tristes ni apesadumbrados” por los resultados.
Los festejos se desataron por todo Caracas, con pirotecnia y claxonazos de la oposición.
De ese modo se puso fin a la incertidumbre que rodeaba al proceso electoral y que ya había llevado a la oposición a exigir “¡resultados ya!” al CNE, que tuvo que ser rodeado por militares para evitar incidentes.
El CNE había demorado la entrega del escrutinio final del referendo para ratificar la reforma constitucional con la que el presidente Chávez buscaba la reelección indefinida, con el argumento de que quería emitir resultados seguros. Sin embargo, esa demora no hizo más que alentar los rumores y las suspicacias sobre algún posible intento del gobierno por alterar resultados, lo que al final no sucedió.
El CNE había precisado previamente que “la elección es muy reñida”, pero las caras de los miembros de las organizaciones que rechazaban la reforma, como Ismael García, líder del hasta hace poco chavista Podemos, de los estudiantes universitarios o del ex candidato presidencial opositor, Manuel Rosales, llamando “a reconocer los resultados” con una sonrisa permanente en los labios, lo decían todo.
Mucho más cuando se las contrastaba con la del vicepresidente Jorge Rodríguez, que insistía en pedir “calma, paciencia”, en tanto se daba a conocer el boletín definitivo.
En las horas previas a que Chávez admitiera el triunfo del No, se reunió con los altos mandos militares, en el Palacio de Miraflores (sede del gobierno) “para analizar la situación”.
Los rostros adustos contrastaban con los mensajes triunfalistas emitidos en las primeras horas que siguieron al cierre de casillas. El gobierno hablaba de ventajas usando datos a su favor de encuestas —algunas inexistentes— filtrados a las agencias internacionales de noticias. Datanálisis, una de las tres empresas citadas en los cables, desmintió que hubiera realizado sondeo alguno.
El silencio del CNE y del gobierno no dejaba de generar incertidumbre y cierta tensión.
Otro indicio en detrimento de los planes de Chávez, pasadas las primeras horas del escrutinio, fue que el ministro de Comunicaciones, William Lara, mandó a retirar un aviso publicitario pautado en los principales diarios del país, celebrando el triunfo del Sí, según pudo confirmar este periódico.
Mientras grupos de estudiantes esperaban los resultados en el local del No en las cercanías de la Plaza Altamira, varios miles de militantes oficialistas esperaban desde temprano en las inmediaciones del Palacio de Miraflores, la palabra del presidente. Desde el gobierno confirmaban que el jefe de Estado hablaría inmediatamente después de que se diera a conocer el resultado oficial.
No obstante, todas las encuestadoras y miembros del oficialismo y la oposición coincidían en afirmar que “esta fue la elección más reñida” desde que en 1998, Chávez llegó al poder.
Si bien se vaticinaron disturbios y problemas, la paz había ganado la noche de Caracas y de las principales ciudades del país, después de una campaña cargada de tensión. Ahora que la reforma con la que el mandatario quería allanar el camino para instaurar lo que el llama el Socialismo del Siglo XXI fracasó, Chávez tendrá que dejar el poder, en enero de 2013.
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