martes, marzo 04, 2008

COLOMBIA ACUSA


Colombia acusa a Ecuador y Venezuela de apoyar de forma encubierta a las FARC
ABC.es
AFP Un soldado ecuatoriano contempla los cadáveres de guerrilleros de las FARC, muertos en el ataque a su campamento en Angostura
ALEJANDRA DE VENGOECHEA
CORRESPONSAL
BOGOTÁ. En un escueto comunicado, el presidente colombiano, Álvaro Uribe, fue directo al grano: no sólo no movilizará tropas a ninguna parte, sino que acudirá a la Organización de Estados Independientes (OEA) para denunciar el apoyo que los gobiernos de ambos países le dan a las FARC. «Los acuerdos que puedan existir entre esos dos estados -Venezuela y Ecuador- y una organización que es calificada como terrorista (las FARC) violan la normativa internacional en su prohibición a los países de albergar terroristas», agregó el comunicado.
Los colombianos, sin embargo, se mostraron atónitos con la reacción de los países vecinos que no sólo militarizaron fronteras sino que retiraron embajadores y cerraron sedes diplomáticas.
Por primera vez en más de cuarenta años de conflicto armado, el Ejército asestó un duro golpe a las FARC bombardeando el campamento de Raúl Reyes, el hombre que dirigía las relaciones internacionales de esta organización compuesta por más de 17.000 hombres. Nunca antes en la historia de Colombia habían tocado a uno de los siete miembros que componen el secretariado mayor de las FARC, encabezado por Manuel Marulanda Vélez.
Fuentes de Defensa, que pidieron el anonimato, confirmaron que la Inteligencia norteamericana proporcionó información sobre el campamento del número dos de las FARC.
Tras el bombardeo, que según Uribe, él mismo se lo describió con detalle al presidente ecuatoriano Rafael Correa, las autoridades colombianas recuperaron el cadáver de Reyes y cuatro ordenadores. Lo que reveló inteligencia militar tras analizar los últimos correos electrónicos escritos por Reyes no dejaba ni una duda: la colaboración de los gobiernos ecuatoriano y venezolano con las FARC era plena.
Por eso Colombia defendió ayer la legitimidad del bombardeo en el país vecino y, a través de su ministro de Defensa Juan Manuel Santos, aseguró que una resolución de Naciones Unidas autoriza esos ataques contra el terrorismo.
«Llamo a la reflexión internacional (...). Los rebeldes no son «pobrecitos» y estaban operando irregularmente en territorio ecuatoriano, cuyo Gobierno condenó que el ataque fuera contra personas que estaban en pijama y dijo que algunos rebeldes muertos tenían disparos en sus espaldas».
Pese a que operación militar desató una grave crisis diplomática, lo revelado el domingo en la tarde por el director de la Policía, general Óscar Naranjo, era contundente.
En la documentación encontrada figuraría el siguientes texto escrito por Reyes: «Atendimos visita del ministro de Seguridad de Ecuador, Gustavo Larrea, en adelante Juan, quien en nombre del presidente Correa, trajo saludos para el camarada Manuel». Más adelante, Reyes afirmaba que en Ecuador «están dispuestos a cambiar mandos de la fuerza pública de comportamiento hostil con las comunidades y civiles de la zona, para lo cual solicitan nuestro aporte con información».
La suerte de los rehenes
Además, Larrea, conocido por su trayectoria política en la izquierda, habría solicitado, según el archivo, «un aporte que impulse su gestión a favor del canje humanitario (con el que se pretende liberar a 40 secuestrados, entre ellos la candidata presidencial Ingrid Betancourt) en el que se entregaría al presidente Correa el hijo del profesor Moncayo (uno de los militares secuestrados) o algo que permita dinamizar su labor política».
El general Naranjo reveló, además, que en el archivo, que tiene formato de acta, Reyes consigna: «Larrea, en nombre del presidente Correa, tiene interés en oficializar las relaciones con las FARC».
Pero quizás lo más complejo es que en los documentos encontrados a Reyes se halló la revelación de que el presidente venezolano Hugo Chávez entrego a la guerrilla 300 millones de dólares. También figura la propuesta de entregar al dirigente bolivariano tanto los secuestrados restantes -40, entre ellos Betancourt y tres estadounidenses- como los guerrilleros presos. «Considero que ha llegado el momento de lanzar la propuesta (...) de solicitar al gobierno de Venezuela recibir los prisioneros en poder de las dos partes hasta cuando se firme el canje», dice un aparte del documento de Reyes.
Tras todo esto lo más preocupante tiene que ver con el futuro de los demás secuestrados en la selva, entre ellos Ingrid Betancourt. Según explicaba el ministro Santos la operación para matar a Reyes estaba lista hace una semana pero debieron suspenderla para no torpedear la liberación de los cuatro ex diputados. El ministro de Exteriores francés, Bernard Kouchner, reconoció ayer que el número dos de las FARC era el contacto de Francia en las negociaciones para la liberación de Ingrid Betancourt.
Según la inteligencia colombiana, la compañera sentimental de Raúl Reyes, hija del jefe de las FARC Manuel Marulanda, habría salido con vida del ataque y se encontraría en un hospital ecuatoriano.
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