Sábado 21 de junio de 2008
Mario Vargas Llosa y la relación entre Perú y Chile:
"No podemos perder el tiempo enemistándonos unos con otros"
El escritor peruano está preocupado por el rol de Chávez en la región, por el armamentismo y las hostilidades entre países del Cono Sur. En entrevista con "El Mercurio" celebra el acercamiento de Alan García con Chile y adelanta detalles de su próxima novela.
María Eugenia Tamblay
Mario Vargas Llosa y la relación entre Perú y Chile:
"No podemos perder el tiempo enemistándonos unos con otros"
El escritor peruano está preocupado por el rol de Chávez en la región, por el armamentismo y las hostilidades entre países del Cono Sur. En entrevista con "El Mercurio" celebra el acercamiento de Alan García con Chile y adelanta detalles de su próxima novela.
María Eugenia Tamblay
SANTANDER.- Después del intenso encuentro literario, "Lecciones y maestros", que reunió durante tres días en Santander a Mario Vargas Llosa con los novelistas españoles Javier Marías y Arturo Pérez Reverte, el escritor peruano analiza para "El Mercurio" los baches por los que pasa la relación bilateral entre Chile y Perú, y lanza sus dardos contra el que considera el problema más preocupante del continente, Hugo Chávez. No obstante, el escritor cree que "tampoco hay que ser demasiado pesimistas", porque, como dijo a la agencia EFE, "dentro de Venezuela, hay una oposición democrática muy resuelta contra el proyecto totalitario de Chávez, encabezada sobre todo por gente joven". Además, agregó, hay países, como Perú y Colombia, donde Chávez "ha metido muchísimo dinero y ha tratado por todos los medios de desestabilizarlos", pero "ha fracasado totalmente". El ex candidato presidencial adelanta detalles de su próximo libro, que lo llevará a recorrer los mismos ríos congoleses que inspiraron a su admirado Joseph Conrad para escribir una de sus obras cumbres, "El corazón de las tinieblas". Acaba de pasar tres meses en Perú, y ha visto "unos consensos muy amplios a favor de la que es la única fórmula que trae progreso y desarrollo a los países: democracia política y economía de mercado", según dijo a EFE. Agregó que está "muy satisfecho", con la situación actual del país porque "está progresando. Eso es una realidad que nadie puede negar, está creciendo económicamente y las instituciones democráticas funcionan". -¿Qué opina del gesto que tuvo Alan García con Chile al mostrarse dispuesto a venderle gas, lo que es rechazado por algunos grupos nacionalistas peruanos? -Creo que esa actitud (la de García) es compartida por la inmensa mayoría de los peruanos. Quienes predican la hostilidad o el encono o el rencor entre países latinoamericanos son unos insensatos que van contra el progreso, contra el desarrollo de sus propios países. Nosotros tenemos problemas muy grandes en América Latina y no podemos perder tiempo, energía ni recursos, enemistándonos unos con otros. Si hay problemas, deben resolverse mediante negociaciones amistosas. Todos los problemas tienen una solución amistosa y lo fundamental es la cooperación. En un mundo que hoy en día está globalizado, en que las fronteras se están evaporando, esa cooperación es realmente indispensable para dar la batalla contra el subdesarrollo, que es el verdadero enemigo que tienen los latinoamericanos.-¿Le preocupan entonces los roces entre Ecuador y Colombia y las intromisiones de Chávez en la región?-Desde luego que me preocupan mucho las intromisiones de Chávez. Él es el mayor peligro que tiene hoy la democracia en América Latina. Quiere imponer un modelo de socialismo autoritario y para eso está utilizando los petrodólares. Creo que los países latinoamericanos deben hacer una causa común de defensa de lo más precioso que tenemos, que es el sistema de legalidad, de libertad, que permite el desarrollo. Las dictaduras no han traído jamás desarrollo a ningún país, ni las de izquierda ni las de derecha. La defensa de la democracia es absolutamente indispensable, y en esto debe haber una solidaridad latinoamericana. -¿Teme un rebrote del armamentismo? -Temo un aumento del armamentismo, desgraciadamente. Todavía el nacionalismo es muy fuerte en América Latina, está muy arraigado, y una de sus consecuencias son esos gastos, completamente astronómicos y disparatados para países pobres como los nuestros. Estamos armándonos para qué, ¿para matarnos? o, en todo caso, ¿para dar más poder a los ejércitos? En la sociedad latinoamericana ya sabemos, por experiencias del pasado -y algunas no muy antiguas-, lo que significa tener ejércitos muy poderosos armados hasta los dientes en países pobres, de instituciones frágiles.-¿Se mantendrá como observador de la situación política americana?-Participo como escritor. Para eso escribo, para eso hago periodismo. Esa es, creo, una de las funciones del escritor y del intelectual: participar en el debate cívico. Por eso yo hago periodismo, pero no volveré a participar en la política activa y profesional."Esa actitud (la del Presidente Alan García respecto de venderle gas a Chile) es compartida por la inmensa mayoría de los peruanos".El Congo será el escenario de su próxima novelaLa novela que tiene en carpeta Mario Vargas Llosa se basará en la vida de un personaje controvertido: el diplomático irlandés Roger Casement (1864-1916). Un héroe para algunos, un villano para otros. Sus denuncias de los abusos del rey belga Leopoldo II en la zona que hoy corresponde a la República Democrática del Congo lograron que esa tierra dejara de ser su coto de caza y pasara a la administración de Bélgica en 1908. Pero su defensa de la lucha armada por la independencia irlandesa lo llevó a la horca, acusado de traición a Inglaterra.Para este proyecto, Vargas Llosa hará su primer viaje al África negra, donde repetirá el recorrido que hizo Joseph Conrad, para "tener una idea personal, directa de ese mundo antes de empezar a escribir sobre el Congo", pero no para hacer una investigación, porque cree que ya no queda rastro de su personaje.-¿Qué le interesó de Roger Casement?-Mi admiración por (Joseph) Conrad. Estaba leyendo una de sus biografías, en la que se narraba que, en su viaje al Congo, donde fue por primera vez como capitán de un barco, la primera persona a la que conoció fue Roger Casement, un joven británico que ya llevaba un tiempo en África y que fue quien le abrió realmente los ojos sobre el mundo al que llegaba. Lo acompañó en el viaje que hizo por el río Congo y lo ayudó a vivir las experiencias que le permitieron escribir "El corazón de las tinieblas", que es uno de los libros más hermosos que escribió. Me dio cierta curiosidad y entonces empecé a averiguar quién era este Roger Casement. Descubrí que era un personaje fascinante, con una vida muy interesante. También bastante misteriosa, que había estado vinculado a América Latina porque había vivido muchos meses en la Amazonia, en la época del caucho, Así, poco a poco, me fui interesando mucho en él y me surgió la idea de escribir una historia, no una biografía, sino una versión libre del personaje y de su tiempo.
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