GUILLERMO BLANC A AUSTIN TEXAS
Desarrollo en Chile: Adiós a los arqueólogos del cosmos Lilian Duery A. El Mercurio online
Todos compartían las ganas de regresar a Chile para dar lo mejor de ellos, pero también la nostalgia por sus familias, amigos y parejas. Foto:Alex Valdés
Nueve astrónomos de la Universidad de Chile parten becados a los más calificados centros de EE.UU. e Inglaterra para doctorarse y regresar a su país, a fin de empinar aún más los avances de la disciplina.
Lilian Duery A.Algunos empezaron a estudiar licenciatura en astronomía, otros siguieron el plan común de ingeniería. Pero su alma mater es el Departamento de Astronomía de la Universidad de Chile, ubicado en la cima del cerro Calán.El pre y posgrado de esta carrera se hace a esa altura.Es el orgullo de nueve jóvenes astrónomos que parten pronto a doctorarse a los mejores centros de EE.UU. e Inglaterra.Se sienten los "arqueólogos del universo"."No es sólo mérito nuestro, sino que principalmente de los profesores que han encauzado con entusiasmo nuestros distintos intereses", dicen, compartiendo totalmente esta opinión.Calán es para ellos consecuente con sus 30 años de prestigio en la historia de la astronomía chilena. La intención de sus profesores es sumarlos al departamento una vez que regresen, para que ese espigón, con su típica cúpula plateada, siga creciendo con ellos y con los que hicieron acá su doctorado.Todos, a punto de partir, sienten temores: con qué se encontrarán a su retorno y con quiénes, tal vez, no se encuentren.Sus mentoresEllos agradecen a María Teresa Ruiz, René Méndez, Paulina Lira, Robert Zinn, Felipe Barrientos, Mónica Rubio, Jorge May, Leonardo Bronfman, Guido Garay, Simón Cassuss y Diego Mardónez.Diego Muñoz (24)Este joven risueño y de cejas tupidas viajará en agosto a la Universidad de Harvard (beca Fulbright/Conicyt) para estudiar allá entre cuatro a seis años y obtener su doctorado. Pero antes, este mes, deberá defender sus tesis de magíster. Le interesa la formación de las primeras estrellas, que se generan de manera distinta a las más recientes. Éstas dejan señales en la radiación de fondo que dejó el nacimiento del universo. "Pensaba en ser científico o dibujante de cómic. Sólo sé que no quería hacer algo común. Hasta ahora no siento que me haya equivocado", dice. Su inquietud es que regresará a Chile con cerca de 30 años, estando lejos en una etapa de transición importante de la vida.Laura Pérez (22)Está muy nerviosa por defender su tesis de magíster, en agosto, sobre formación estelar en la nube pequeña de Magallanes. Se va a obtener su doctorado al Instituto de Tecnología de California por cuatro años (beca Fulbright/Conicyt). Muy alegre, y cómo no estarlo, estudiará en el mismo lugar junto a su pololo. "Me gustaría trabajar en el medio interestelar con el radiotelescopio de esa universidad, que vendría a ser el más grande mientras construyen el ALMA en el norte de Chile. Será una buena forma de entrenarme", cuenta. Cree que permanecerá junto a su pareja unos seis años por allá. "Entré al plan común de ingeniería, en caso que me arrepintiera. Es difícil decidir a los 18 años".Sebastián Pérez (22)Este licenciado en Astronomía, seriote y de pocas palabras, se va por tres años con la beca PPARC-Gemini (del Reino Unido y Conicyt) para doctorarse en la Universidad de Oxford, Inglaterra. Investigará los microcuasares, estrellas binarias en donde una de ellas se convierte en agujero negro y empieza a comer a la otra. "Siempre quise ser científico y lejos la astronomía es de las ciencia físicas y matemáticas que tiene mayor impacto a nivel mundial", cuenta. Su familia está orgullosa; él contento y ansioso, porque deja a su polola acá, pero sólo por un año, luego ella hará su doctorado en Biotecnología en la misma universidad. "Tendré que buscar trabajo, su posgrado dura más", precisa.Walter Max- Noerbeck (28)Este ingeniero eléctrico y licenciado en astronomía, pololo de Laura, tiene su futuro decidido. Desea trabajar temas tecnológicos de la astronomía. Se irá al Instituto de Tecnología de California (Beca Fulbright/Conicyt) por cinco años. "En Chile se construyen muchos telescopios y la astronomía tiene muy alto nivel, pero todavía nos falta dar un gran paso para involucrarnos en la instrumentalización y hacer nuestro propio desarrollo", expresa. "Sé que tomé la decisión correcta. Me gustó la astronomía por todas las oportunidades que ofrece. Es una oportunidad que me dan todos los chilenos por parte de mi beca Conicyt", agrega. Su mayor preocupación es dejar a su abuela de 88 años.Matías Radiszcz (26)Relajado, pausado. Defenderá esta semana su tesis de magíster sobre la Vía Láctea. Decidió doctorarse en el país. Hará una pasantía de ocho meses en la Universidad de Yale, como parte del doctorado que realiza en la Universidad de Chile a través de la beca de Fundación Andes. Investiga planetas que orbiten en torno a enanas blancas, estrellas que ya terminaron sus vidas. Le encanta estudiar a los planetas para averiguar cómo se formó el nuestro y si la vida surgió como un proceso común o extraordinario en el universo.Cristóbal Espinoza (26)Este magíster en Astronomía y con pinta de Jesucristo viaja a doctorarse a la Universidad de Manchester, Inglaterra. Estará tres años (beca PPARC-Gemini). "Estoy contento y ansioso", dice. Trabajará en estrellas de neutrones, los pulsares, remanentes de la explosión de astros masivos. "Aunque no se convierten en agujeros negros, todas las condiciones de estas estrellas de neutrones son extremas. Por ellas entré a estudiar Astronomía, pero aún no sé qué es lo que me gusta tanto de ellas".
Todos compartían las ganas de regresar a Chile para dar lo mejor de ellos, pero también la nostalgia por sus familias, amigos y parejas. Foto:Alex Valdés
Nueve astrónomos de la Universidad de Chile parten becados a los más calificados centros de EE.UU. e Inglaterra para doctorarse y regresar a su país, a fin de empinar aún más los avances de la disciplina.
Lilian Duery A.Algunos empezaron a estudiar licenciatura en astronomía, otros siguieron el plan común de ingeniería. Pero su alma mater es el Departamento de Astronomía de la Universidad de Chile, ubicado en la cima del cerro Calán.El pre y posgrado de esta carrera se hace a esa altura.Es el orgullo de nueve jóvenes astrónomos que parten pronto a doctorarse a los mejores centros de EE.UU. e Inglaterra.Se sienten los "arqueólogos del universo"."No es sólo mérito nuestro, sino que principalmente de los profesores que han encauzado con entusiasmo nuestros distintos intereses", dicen, compartiendo totalmente esta opinión.Calán es para ellos consecuente con sus 30 años de prestigio en la historia de la astronomía chilena. La intención de sus profesores es sumarlos al departamento una vez que regresen, para que ese espigón, con su típica cúpula plateada, siga creciendo con ellos y con los que hicieron acá su doctorado.Todos, a punto de partir, sienten temores: con qué se encontrarán a su retorno y con quiénes, tal vez, no se encuentren.Sus mentoresEllos agradecen a María Teresa Ruiz, René Méndez, Paulina Lira, Robert Zinn, Felipe Barrientos, Mónica Rubio, Jorge May, Leonardo Bronfman, Guido Garay, Simón Cassuss y Diego Mardónez.Diego Muñoz (24)Este joven risueño y de cejas tupidas viajará en agosto a la Universidad de Harvard (beca Fulbright/Conicyt) para estudiar allá entre cuatro a seis años y obtener su doctorado. Pero antes, este mes, deberá defender sus tesis de magíster. Le interesa la formación de las primeras estrellas, que se generan de manera distinta a las más recientes. Éstas dejan señales en la radiación de fondo que dejó el nacimiento del universo. "Pensaba en ser científico o dibujante de cómic. Sólo sé que no quería hacer algo común. Hasta ahora no siento que me haya equivocado", dice. Su inquietud es que regresará a Chile con cerca de 30 años, estando lejos en una etapa de transición importante de la vida.Laura Pérez (22)Está muy nerviosa por defender su tesis de magíster, en agosto, sobre formación estelar en la nube pequeña de Magallanes. Se va a obtener su doctorado al Instituto de Tecnología de California por cuatro años (beca Fulbright/Conicyt). Muy alegre, y cómo no estarlo, estudiará en el mismo lugar junto a su pololo. "Me gustaría trabajar en el medio interestelar con el radiotelescopio de esa universidad, que vendría a ser el más grande mientras construyen el ALMA en el norte de Chile. Será una buena forma de entrenarme", cuenta. Cree que permanecerá junto a su pareja unos seis años por allá. "Entré al plan común de ingeniería, en caso que me arrepintiera. Es difícil decidir a los 18 años".Sebastián Pérez (22)Este licenciado en Astronomía, seriote y de pocas palabras, se va por tres años con la beca PPARC-Gemini (del Reino Unido y Conicyt) para doctorarse en la Universidad de Oxford, Inglaterra. Investigará los microcuasares, estrellas binarias en donde una de ellas se convierte en agujero negro y empieza a comer a la otra. "Siempre quise ser científico y lejos la astronomía es de las ciencia físicas y matemáticas que tiene mayor impacto a nivel mundial", cuenta. Su familia está orgullosa; él contento y ansioso, porque deja a su polola acá, pero sólo por un año, luego ella hará su doctorado en Biotecnología en la misma universidad. "Tendré que buscar trabajo, su posgrado dura más", precisa.Walter Max- Noerbeck (28)Este ingeniero eléctrico y licenciado en astronomía, pololo de Laura, tiene su futuro decidido. Desea trabajar temas tecnológicos de la astronomía. Se irá al Instituto de Tecnología de California (Beca Fulbright/Conicyt) por cinco años. "En Chile se construyen muchos telescopios y la astronomía tiene muy alto nivel, pero todavía nos falta dar un gran paso para involucrarnos en la instrumentalización y hacer nuestro propio desarrollo", expresa. "Sé que tomé la decisión correcta. Me gustó la astronomía por todas las oportunidades que ofrece. Es una oportunidad que me dan todos los chilenos por parte de mi beca Conicyt", agrega. Su mayor preocupación es dejar a su abuela de 88 años.Matías Radiszcz (26)Relajado, pausado. Defenderá esta semana su tesis de magíster sobre la Vía Láctea. Decidió doctorarse en el país. Hará una pasantía de ocho meses en la Universidad de Yale, como parte del doctorado que realiza en la Universidad de Chile a través de la beca de Fundación Andes. Investiga planetas que orbiten en torno a enanas blancas, estrellas que ya terminaron sus vidas. Le encanta estudiar a los planetas para averiguar cómo se formó el nuestro y si la vida surgió como un proceso común o extraordinario en el universo.Cristóbal Espinoza (26)Este magíster en Astronomía y con pinta de Jesucristo viaja a doctorarse a la Universidad de Manchester, Inglaterra. Estará tres años (beca PPARC-Gemini). "Estoy contento y ansioso", dice. Trabajará en estrellas de neutrones, los pulsares, remanentes de la explosión de astros masivos. "Aunque no se convierten en agujeros negros, todas las condiciones de estas estrellas de neutrones son extremas. Por ellas entré a estudiar Astronomía, pero aún no sé qué es lo que me gusta tanto de ellas".
Guillermo Blanc (23) El más grande del grupo, extravertido. Termina su magíster sobre propiedades infrarroja de las galaxias. Se va por cinco años a hacer el doctorado en la Universidad de Texas, que le otorga la beca. Allá estudiará y hará experimentos en la energía oscura del universo, proyecto que forma parte de un consorcio entre Max Plank, Alemania, y esa universidad. Esta energía, cuyo origen aún se desconoce, acelera la expansión del universo. La materia oscura y la fuerza de gravedad lo frenan. "Hay pegas que hacen girar el mundo y otras que lo hacen avanzar. Yo siento que haré una pega que me gusta y que, a la vez, aportaré nuevo conocimiento. Por eso quise ser científico.
Sonia Duffau (33)Tiene mucha chispa, casada. Con ya dos magísteres en la Universidad de Yale, realiza su doctorado a través de un programa con ésta y la Universidad de Chile. Volverá a Yale a presentar el avance de su tesis. Ésta aborda la formación de nuestra galaxia. "Para ello, debemos encontrar restos de galaxias más pequeñas y mortuorias que se fueron destruyendo. Buscamos sus dos colas. Si hallamos su corazón, ¡bingo! Con eso entenderemos si el proceso fue único o ha sucedido muchas veces en el universo", expresa. Partió con licenciatura en física y luego optó por astronomía porque es más fácil de imaginar. "Es concreta. Es la historia del universo bien para atrás. Y eso me gustó".Valentino González (23)Licenciado en astronomía, con mechas que pelean con su bufanda. Se siente contento, pero nervioso, y hasta no duerme bien por lo que le espera. "Hay de todo, echar de menos a su gente, temor a fracasar", dice. Va a la Universidad de California (becas Fulbright y Conicyt) por cinco años. Como el programa dura 4 años, tendrá que buscar trabajo allá. Aún no define el tema de investigación. "Al contrario de lo que muchos tratan de justificar muchas veces, creo que la astronomía no es productiva. No sirve para nada, salvo que te deja hacer algo súper humano que es pensar". Regresará una vez que finalice uno o dos posdoctorados en EE.UU o Europa, expresa.
posted by EDITOR at 4:03 p. m.
1 Comments:
El artículo me da una agradable sensación de optimismo y esperanza.
No puedo sino sentirme orgulloso que jóvenes valores que como Guillermo Blanc viaje a Austin Texas a estudiar "la energía oscura del Universo que acelera su expansión."
Me parece fascinante. Sólo deseo que la pesada y fome ley de gravedad que nos ata a lo pedestre y nos impide volar, como quería Leonardo, no frene dicha expansión. Viva la libertad y la expansión del universo y ojalá no tenga frenos que la limiten.
un neófito en el tema.
Además viejo abogado llamado Mario.
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