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Expulsión de director de HRW provoca reacciones encontradas en Venezuela
Hace 11 horas
CARACAS (AFP) — La sorpresiva expulsión de Venezuela del director para las Américas de la organización Human Rights Watch (HRW), José Miguel Vivanco, luego de que la organización denunciara al gobierno del presidente Hugo Chávez, reavivó este viernes la tensión política en el país.
"Human Rights Watch es una herramienta activa en el proceso de desestabilización en Venezuela", vinculada a sectores golpistas, comentó el ministro de Comunicaciones e Información, Andrés Izarra, al justificar la expulsión de Vivanco.
Según Izarra, HRW, que tiene su sede en Washington, "es una organización fachada de los intereses más bastardos de la oligarquía venezolana y del imperialismo estadounidense" y el gobierno de Chávez no va "a tolerar más este tipo de injerencias".
Vivanco fue expulsado al filo de la medianoche del jueves, horas después de dar a conocer en Caracas un informe de HRW en el que se denunciaba al gobierno venezolano por practicar "políticas que han degradado la democracia".
Este viernes, Chávez reveló que fue él personalmente quien ordenó la expulsión del activista por los derechos humanos.
"Ayer (jueves) llegó a Venezuela uno de esos personajes que andan haciendo el trabajo sucio que le ordenan los yanquis y comenzó a dar unas declaraciones, así que llamé al canciller y le dije 'échenlo de aquí'", relató Chávez al aludir a Vivanco en un acto público.
"Nosotros no vamos a permitir que aquí vengan extranjeros a juzgar al pueblo venezolano", añadió el mandatario.
El reporte de HRW, titulado "Una década del gobierno de Chávez: intolerancia política y oportunidades perdidas para el progreso de los DDHH", contenía fuertes críticas al gobierno por impedir la libertad de expresión, atentar contra los derechos humanos y tener un sistema judicial parcializado.
La drástica medida fue dada a conocer en un comunicado de la cancillería en el que se precisó que se "ha decidido expulsar del territorio venezolano al referido ciudadano" (Vivanco) y al estadounidense Daniel Wilkinson", integrante de la delegación de HRW que arribó a Caracas.
"La instrucción de Chávez de forzarnos a salir del país en estas circunstancias demuestra el contenido de nuestro informe, que habla de la intolerancia del gobierno frente a la crítica", dijo Vivanco a la AFP tras arribar este viernes a Sao Paulo.
Calificó de "muy grave" su expulsión, "porque desgraciadamente sienta un precedente muy negativo y envía un mensaje que puede intimidar a aquellos que se dedican a promover y defender los derechos humanos en Venezuela".
Por su lado, el canciller Nicolás Maduro alegó que Vivanco actuó de "manera abusiva y grosera" al efectuar sus denuncias y lo acusó de "vilipendio de las instituciones de la democracia venezolana" y herir "la dignidad de un pueblo".
Maduro expresó además que la expulsión del activista representa "un mensaje muy claro a aquellos que pretendan venir a conspirar, a socavar las instituciones" venezolanas.
Por el contrario, partidos de oposición y organizaciones no gubernamentales venezolanos, reaccionaron con una fuerte condena a la medida adoptada por el gobierno de Chávez.
La ONG Foro Penal Venezolano, que agrupa a abogados y ex jueces, calificó la expulsión de "grave intolerancia del gobierno" y de violación a los derechos fundamentales.
El presidente del partido demócrata cristiano Copei, Luis Ignacio Planas, señaló que este hecho es "una nueva demostración del poco interés que por los derechos humanos tiene este gobierno, que es intolerante".
El director ejecutivo de HRW, Kenneth Roth, alertó en un comunicado que "Chávez pudo haber expulsado al mensajero, pero simplemente ha reforzado el mensaje: las libertades civiles en Venezuela están en peligro".
Hace 11 horas
CARACAS (AFP) — La sorpresiva expulsión de Venezuela del director para las Américas de la organización Human Rights Watch (HRW), José Miguel Vivanco, luego de que la organización denunciara al gobierno del presidente Hugo Chávez, reavivó este viernes la tensión política en el país.
"Human Rights Watch es una herramienta activa en el proceso de desestabilización en Venezuela", vinculada a sectores golpistas, comentó el ministro de Comunicaciones e Información, Andrés Izarra, al justificar la expulsión de Vivanco.
Según Izarra, HRW, que tiene su sede en Washington, "es una organización fachada de los intereses más bastardos de la oligarquía venezolana y del imperialismo estadounidense" y el gobierno de Chávez no va "a tolerar más este tipo de injerencias".
Vivanco fue expulsado al filo de la medianoche del jueves, horas después de dar a conocer en Caracas un informe de HRW en el que se denunciaba al gobierno venezolano por practicar "políticas que han degradado la democracia".
Este viernes, Chávez reveló que fue él personalmente quien ordenó la expulsión del activista por los derechos humanos.
"Ayer (jueves) llegó a Venezuela uno de esos personajes que andan haciendo el trabajo sucio que le ordenan los yanquis y comenzó a dar unas declaraciones, así que llamé al canciller y le dije 'échenlo de aquí'", relató Chávez al aludir a Vivanco en un acto público.
"Nosotros no vamos a permitir que aquí vengan extranjeros a juzgar al pueblo venezolano", añadió el mandatario.
El reporte de HRW, titulado "Una década del gobierno de Chávez: intolerancia política y oportunidades perdidas para el progreso de los DDHH", contenía fuertes críticas al gobierno por impedir la libertad de expresión, atentar contra los derechos humanos y tener un sistema judicial parcializado.
La drástica medida fue dada a conocer en un comunicado de la cancillería en el que se precisó que se "ha decidido expulsar del territorio venezolano al referido ciudadano" (Vivanco) y al estadounidense Daniel Wilkinson", integrante de la delegación de HRW que arribó a Caracas.
"La instrucción de Chávez de forzarnos a salir del país en estas circunstancias demuestra el contenido de nuestro informe, que habla de la intolerancia del gobierno frente a la crítica", dijo Vivanco a la AFP tras arribar este viernes a Sao Paulo.
Calificó de "muy grave" su expulsión, "porque desgraciadamente sienta un precedente muy negativo y envía un mensaje que puede intimidar a aquellos que se dedican a promover y defender los derechos humanos en Venezuela".
Por su lado, el canciller Nicolás Maduro alegó que Vivanco actuó de "manera abusiva y grosera" al efectuar sus denuncias y lo acusó de "vilipendio de las instituciones de la democracia venezolana" y herir "la dignidad de un pueblo".
Maduro expresó además que la expulsión del activista representa "un mensaje muy claro a aquellos que pretendan venir a conspirar, a socavar las instituciones" venezolanas.
Por el contrario, partidos de oposición y organizaciones no gubernamentales venezolanos, reaccionaron con una fuerte condena a la medida adoptada por el gobierno de Chávez.
La ONG Foro Penal Venezolano, que agrupa a abogados y ex jueces, calificó la expulsión de "grave intolerancia del gobierno" y de violación a los derechos fundamentales.
El presidente del partido demócrata cristiano Copei, Luis Ignacio Planas, señaló que este hecho es "una nueva demostración del poco interés que por los derechos humanos tiene este gobierno, que es intolerante".
El director ejecutivo de HRW, Kenneth Roth, alertó en un comunicado que "Chávez pudo haber expulsado al mensajero, pero simplemente ha reforzado el mensaje: las libertades civiles en Venezuela están en peligro".
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