JUAN GUZMAN

ENTREVISTA a Juan Guzmán, el primer magistrado chileno que procesó a Pinochet" Dudo que Pinochet, en muy buenas condiciones mentales, sea juzgado nunca"
EL FUTURO "De aceptar algún cargo, me gustaría ser magistrado en el Tribunal Penal Internacional"
LAS VÍCTIMAS "No pude retener las lágrimas en muchas ocasiones en que me narraron escenas de torturas"
LA POLÍTICA "En las próximas elecciones voy a votar a la candidata del Partido Socialista, Michelle Bachelet"
RICARDO LAGOS "En Chile se ironiza diciendo que ha sido uno de los mejores presidentes de la derecha"
ROBERT MUR - 18/10/2005 Santiago de Chile. Servicio especial La Vanguardia de Barcelona

Pasó de apoyar el golpe militar a procesar y arrestar al general Pinochet. ¿Es usted un converso, políticamente hablando?- No sé si fui un juez converso o un hombre más bien conservador. He votado por Eduardo Frei Montalva (Democracia Cristiana), por Jorge Alessandri, derechista; por Patricio Aylwin, por Eduardo Frei Ruiz-Tagle y por Ricardo Lagos (Partido Socialista, PS). Ahora voy a votar por la candidata Michelle Bachelet (PS). - Bachelet padeció torturas en Villa Grimaldi y su padre fue un general demócrata que murió de un ataque al corazón tras ser torturado. Si Bachelet gana las elecciones de diciembre, ¿también será el triunfo de Juan Guzmán? - Yo he interrogado a Bachelet y su madre, y me llamó la atención que no tuvieran ningún resentimiento. Si Bachelet gana las elecciones, va a ser el triunfo de ella, de su coraje, de su buen criterio como ministra de Defensa, de una vida consecuente con sus ideas. - El presidente Lagos dijo hace poco que la transición había concluido con las últimas reformas constitucionales. ¿No cree que la transición acabará con la probable victoria de Bachelet? - La transición finalizará cuando se modifique la Constitución plenamente y sea totalmente democrática. No se trata de quiénes son los elegidos, sino de lo que hagan. Tengo mucha esperanza en que Bachelet vea el modo de que se modifique la Constitución y que el Congreso también sea honesto, correcto y patriota. Debe crearse un organismo que permita que el poder judicial sea absolutamente soberano, autónomo e independiente. - Recientemente reconoció que le ofrecieron ser candidato a presidente, a diputado y a senador. ¿Por qué dijo que no? - Soy un hombre de 66 años, no tengo el bichito político metido. - ¿Le gustaría ser ministro de Justicia en un eventual gobierno de Michelle Bachelet? - No. De aceptar algún cargo, me gustaría ser magistrado en el Tribunal Penal Internacional. - ¿Augusto Pinochet fue el máximo responsable de la represión de la dictadura? - No le sabría decir. Por lo que he leído y oído acerca de Pinochet, dicho por políticos de la época de Allende, es que se trataba de una persona rastrera, que les sobaba el lomo, que les llevaba el maletín y que era muy obsecuente. El general Pinochet no ha reconocido su responsabilidad en los hechos, sino que más bien la ha derivado. Es una característica suya el echar la culpa a sus subalternos de los hechos que ha cometido. - ¿Hubo otros responsables de los crímenes de la dictadura? - Pinochet es uno más entre muchísimos. Probablemente, en un momento determinado, tuvieron mucho más poder Nixon y Kissinger que Pinochet, y fueron ellos los que detonaron el golpe, entre otros individuos, como Agustín Edwards (editor del diario El Mercurio,entonces y ahora), ya que es sabido que fue a pedir ayuda y recibió dinero del gobierno de EE. UU. para hacer publicaciones contrarias al régimen de Allende. No sé si a eso se le puede llamar lealtad o patriotismo. - ¿Qué diferencias encontró entre el primer interrogatorio a Pinochet, en el 2001, y el segundo, realizado en diciembre del 2004? - En el primer interrogatorio Pinochet estaba bastante bien, tanto física como mentalmente. En el segundo le encontré físicamente muy deteriorado. En cuanto a sus facultades mentales, conservaba la misma arrogancia de siempre. Respondió con respuestas atinadas a las preguntas. Pienso que Pinochet estaba y está en muy buenas condiciones mentales. - En su país se ha suscitado mayor interés en perseguir a Pinochet por los delitos económicos del llamado caso Riggs que por los crímenes de la represión. ¿Se puede decir que en Chile es peor ser ladrón que asesino? - En nuestro código penal algunas figuras relacionadas con el robo, el robo con homicidio, con violencia o con intimidación, tienen mayor penalidad comparativa que el homicidio. En la situación del general Pinochet, donde se ha comprobado que tiene una fortuna en dólares en sus cuentas bancarias, realmente eso es lo que más ha llamado la atención a la sociedad chilena, y a la parte más dura. - ¿Cree que Pinochet llegará algún día a sentarse en el banquillo para ser juzgado? - Yo creo que no. Si ya el Tribunal Supremo ha decidido en una ocasión que no están sus facultades mentales aptas como para ser juzgado, veo muy difícil que se le someta a proceso estimándose que hoy día se encuentra con sus facultades normales. Sin embargo, creo que una persona honorable y que siente que no ha cometido delito, lo normal es que quiera ser juzgado precisamente para poder probar su inocencia. La defensa de Pinochet se basa muchas veces en actuaciones tendentes a que no sea juzgado. Ha sido una táctica mala, porque siempre quedará la duda de si realmente fue el culpable de tanta violación a los derechos humanos y de tanto delito económico. - ¿Qué les diría a las personas que hoy en día todavía niegan los crímenes de la dictadura, y a quienes los justifican? - Fui bastante mediático en mi actuación como juez instructor porque me di cuenta del horror por el que pasaron tantas mujeres, hombres, niños y personas mayores. Gracias a lo mediático de mis actuaciones, se permitió conocer los horrores que existieron. Ahora, hay personas que jamás van a cambiar por mucho que vean o por mucho que sepan lo que realmente ocurrió. En ese caso, no vale la pena discutir. Sí vale la pena, mediante publicaciones, museos o documentales, mantener la memoria viva, para que el día de mañana no venga nadie a decir que no existieron crímenes durante la dictadura de Pinochet, así como muchas personas niegan el holocausto. - En su libro comenta que se emocionó con los testimonios de las víctimas. ¿Lloró alguna vez durante los interrogatorios? - No lloré a lágrima tendida. Pero no pude retener las lágrimas en muchas ocasiones en que me fueron narradas escenas de torturas, de torturas a la mujer delante de su marido y viceversa, de torturas a las madres en presencia de sus hijos, de introducción de objetos dentro del cuerpo de las mujeres o de los varones. Y cuando experimentaba cómo también se rompían y se emocionaban las víctimas al ir narrando las distintas atrocidades. Pero sí, en más de una ocasión me emocioné y no pude sujetar las lágrimas. - En sus memorias también explica que las mayores presiones que recibió siendo juez vinieron de este último gobierno, presidido por un socialista, Ricardo Lagos. - Sí, concretamente del Ministerio de Justicia, para que dejara sin efecto el auto de procesamiento de Pinochet. Yo voté por Lagos, pero curiosamente no le gustan las críticas. Es tan democrático que no acepta la crítica. En Chile se ironiza diciendo que ha sido uno de los mejores presidentes de la derecha.