martes, noviembre 27, 2007

LA SALIDA DE ZALDIVAR

Política Martes 27 de Noviembre de 2007
Directiva DC pide la expulsión de senador Adolfo Zaldívar
Emol
F. Torrealba, B. Ebner
Con la decisión de la directiva de la Democracia Cristiana de pedir la suspensión de la militancia y la expulsión del senador Adolfo Zaldívar de las filas del partido, estalló anoche una de las mayores crisis que la colectividad ha atravesado en su historia política.
Tras unas semanas de máxima tensión entre el senador con La Moneda y la directiva DC, esta instancia partidista acordó unánimemente en su reunión de las 13.30 horas, pedirle el Consejo Nacional la suspensión de la militancia del legislador y a su vez que el Tribunal Supremo, que preside el ex ministro Carlos Figueroa, revise la solicitud de expulsión del partido, requerimientos que por 33 votos a 8 fueron aprobados, por lo que hoy el secretario nacional de la colectividad, Moisés Valenzuela, le entregará al TS el oficio, no obstante que anoche Figueroa ya se interiorizó del hecho, ya que presenció el debate del Consejo.
La petición de marginar al líder "colorín" es por firmar una declaración en conjunto con la Alianza -"La gente no puede esperar más"-, en la cual expresaba su rechazo a entregar los US$ 145 millones que se incluían en el Presupuesto 2008.
"Esto naturalmente que ha sido una decisión difícil, compleja, pero hay momentos en que las decisiones deben tomarse y esto no da para más", dijo muy seria la presidenta Soledad Alvear, luego de ratificar que la directiva DC pidió la drástica sanción en contra del senador.
Y agregó que "yo soy una mujer de acuerdos, que me la he jugado todos estos años para alcanzarlos, con el fin de fortalecer la democracia. Pero todo tiene su límite (...) Lamentablemente el camarada Adolfo Zaldívar ha incurrido en faltas muy complejas al estatuto del partido".
Según se dijo en la DC fue la propia Alvear la que tomó la decisión de expulsar a Zaldívar y que en la reunión de directiva, los demás miembros no hicieron más que apoyarla.
Se explicó que la senadora llegó a la convicción de que al sacar al "colorín" del partido, si bien se puede pagar costos por la arremetida que los cercanos al senador impulsarán, a mediano plazo los beneficios serán mayores, ya que se terminarán los conflictos internos, con lo cual se entrega una señal de gobernabilidad.
Y si bien la determinación fue exclusiva de Alvear, el conflictivo momento que atraviesa el partido y la posibilidad de expulsar a Zaldívar, se conversó profusamente el domingo en la noche en la casa de la vicepresidenta DC Ximena Rincón, hasta donde llegaron gran parte de los consejeros más afines a Alvear, entre estos los diputados Roberto León y Gonzalo Duarte, y los ex diputados Gutenberg Martínez y Exequiel Silva.
Con la resolución se concretó una postura que en los últimos días han estado pidiendo diversos personas de la colectividad, entre éstas el ex Presidente Patricio Aylwin, quien dijo la semana pasada que la conducta del senador colorín ameritaba "tomar decisiones drásticas" al respecto, mientras otras señalaban que el partido está quebrado.
El debate de los consejeros fue especialmente duro, cuando la mayoría de sus miembros está integrada por sectores que discrepan del senador Zaldívar, excepto algunos consejeros que forman parte de su tendencia y que se agrupan en una minoría, como los diputados Alejandra Sepúlveda y Jaime Mulet, además de Miriam Verdugo, Hernán Bosselin y Marcelo Ortiz, cuya expresión al término del encuentro era reveladora del estado de ánimo que les afectaba.
Sentir que durante la sesión del consejo fue mayoritariamente de sorpresa, ya que como reconocieron después de la cita, no esperaban que se emprendiera una acción de esa magnitud, de la que sólo se enteraron cuando Alvear expuso su fudamentación frente a los consejeros.
En ese momento Mulet tomó su teléfono celular, llamó a Zaldívar y lo dejó escuchando la intervención de la parlamentaria. Recién ahí el "colorín" supo que su futuro en el partido corría serio riesgo.
Al rato Mulet abandonó por media hora la sede del partido para entregarle detalles al senador de lo que estaba pasando. Luego de ese diálogo, el diputado volvió para ver como por una amplia mayoría se acordaba pedir la expulsión del "colorín".
La incómoda situación de los colorines en el gobierno
Una inconfortable situación están viviendo varios de los funcionarios de Gobierno identificados con el ala "colorina" de la DC, luego de la situación generada por la votación del senador Adolfo Zaldívar y otros cuatro diputados de esa tendencia que rebajaron a $1.000 el presupuesto del Transantiago.
Uno de los efectos políticos de esta situación es que ya estaría definida la salida del equipo gubernamental de varios de ellos, en una suerte de represalia que se expresa como pérdida de confianza, según se les ha hecho saber.
De hecho, desde la propia directiva DC confiesan que hubo contactos con el Gobierno para plantear esta medida y que en La Moneda hubo una favorable acogida.
La principal perjudicada con todo esto sería la titular del Sernam, Laura Albornoz, quien es la única ministra "colorina". Su cercanía con el senador y especialmente con el diputado Jaime Mulet, de quien fue su jefa de gabinete, comentan en la DC, "hacen insostenible" su continuidad, algo que, como comenta uno de sus asesores, ya le fue notificado a la propia Albornoz desde el Gobierno.
Situación similar corre para la subsecretaria de Justicia, Verónica Barahona; la subsecretaria de Previsión, Lisette García; y uno de los subdirectores del Registro Civil, Enzo Pistacchio, históricamente muy cercano a Zaldívar y con una amplia red de contactos en la base del partido.
"Esta medida lo que pretende es acallarme"
Cerca de las 23 horas llegó a su casa de Vitacura el senador Adolfo Zaldívar. Estuvo durante toda la sesión del consejo nacional DC en la casa de un amigo.
Allí recibió el llamado del diputado Jaime Mulet, quien lo enteró de la resolución partidista. Quienes lo vieron dicen que su reacción fue de tranquilidad y aplomo pues en su círculo se sabía que la cosa iría por ahí. Así, en medio de la gran expectación de la prensa apostada fuera de su casa, Zaldívar salió en compañía de su esposa, Alicia Larraín, y de algunos de sus hijos y simpatizantes, a enfrentar la resolución que le suspende la militancia y lo deja al borde de la expulsión.
Afirmó que la directiva no lo amedrentará, tildando la medida como un intento de silencio "por denunciar este verdadero crimen social que es el Transantiago". Aseguró que la sanción "es porque he denunciado la mala distribución del ingreso; porque he denunciado la concentración de la riqueza; porque he defendido a la clase media; porque me he opuesto a los abusos y a la corrupción. Esta medida lo que pretende es acallarme", acusó.
"Me podrán sancionar porque tienen el poder. Pero no tienen la razón. No están ni con la justicia ni con la verdad... Podré ser expulsado. Pero si mañana soy expulsado por defender a la gente, voy a asumir como hombre lo que me corresponde. Entré a un partido demócrata cristiano, curiosamente, por los valores y principios... son otros los que están equivocados. Otros los que, manipulados por el partido transversal (refiriéndose a la Concertación) se han alejado de la gente", espetó el líder "colorín".
Zaldívar aseguró además que no necesitaba ningún cargo parlamentario ni el de presidente de partido para defender a la gente. "Que la gente vea lo que le pasa a un senador por denunciar lo que ha ocurrido en el Transantiago", dijo.
Respecto de la mayoría de 33-8 con que se le castigó, dijo que ésta no era unánime. "Hoy pueden tener una mayoría ocasional porque tienen el poder para tenerla. Pero de ahí a que tengan a la mayoría del partido y, sobre todo, a la mayoría de la gente, están muy lejos (...) Y no voy a aflojar, y eso que les quede claro. No voy a aflojar ante la prepotencia".
Consultado por las afirmaciones de Soledad Alvear en orden a que la situación de Zaldívar "no daba para más", respondió que "lo que no da para más son las políticas sociales que han llevado adelante, como el Transantiago".
En medio de su intervención arribaron los diputados "colorines" Jaime Mulet, Alejandra Sepúlveda, Eduardo Díaz, Carlos Olivares y Pedro Araya, quienes escucharon la alocución y, al finalizarla, aplaudieron y junto a los demás simpatizantes, vitorearon y abrazaron sentidamente a Zaldívar.
También fue a manifestarle su solidaridad el senador socialista Alejandro Navarro, quien declaró que esta situación constituía "el principio del fin de la Democracia Cristiana" y como consecuencia de ello "el principio del fin de la Concertación".
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