GRACIAS A LA INTELIGENCIA MILITAR COLOMBIANA

"Esto es el paraíso"

Heraldo.es
Ingrid Betancourt, en libertad tras más de seis años de infierno en la selva colombiana a manos de las FARC, ha podido cumplir uno de sus sueños durante su largo cautiverio, abrazar a Lorenzo y Melanie. En sus comparecencias públicas también ha tenido tiempo de enviar varios mensajes, que "sólo Dios sabe" si volverá a ser candidata y para pedir a Hugo Chávez y Rafael Correa que restablezcan los vínculos con Alvaro Uribe para facilitar nuevas liberaciones. Sin duda era otro de los momentos más esperados tras la operación de rescate del Ejército colombiano que puso fin al secuestro de 12 colombianos y tres estadounidenses. Y es que cuando Betancourt cayó en manos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia en 2003 Melanie tenía 15 años y Lorenzo 12. Hoy tienen 22 y 19 años. El avión, un Airbus 219 fletado por el presidente francés, Nicolas Sarkozy, aterrizó a las ocho de la mañana en el aeropuerto militar de Catam, donde horas antes la ex candidata comparecía por primera vez ante los medios de comunicación. En él viajaban Melanie y Lorenzo, su tía Astrid --hermana de Betancourt-- y su ex marido, Fabrice.
"Es el paraíso, el nirvana"
Las imágenes del aeropuerto registraron un encuentro rápido a las puertas del avión y luego la familia se reunió en el interior del aparato, donde también estaban el ministro francés de Exteriores, Bernard Kouchner, el actual marido de la ex candidata, Juan Carlos Lecompte, y su madre, Yolanda Pulecio. "Me siento feliz de volver a estar con mis hijos después de siete años", afirmó Betancourt cuando volvieron a salir del avión, con la voz entrecortada por el llanto y la emoción del reencuentro. Abrazada a sus hijos, a quienes besaba una y otra vez, la ex candidata definió el momento del reencuentro como "el nirvana, el paraíso". "Ellos son mis niños, mi orgullo, mi razón de vivir, mi luna, mis estrellas. Por ellos seguí con ganas de salir de esa selva, por la ilusión de volverlos a ver", señaló Betancourt, al tiempo que volvió a dar gracias a Dios por "estos momentos tan lindos y por poderlos compartir".