FIAMBRERAS
El rastro de las fiambreras explosivas
Gonzalo Suárez (La Razón Digital)
Primer plano de un terrorista en el metroMuktar Said Ibrahim, terrorista del 21-J
Londres- Ante la urgencia de atrapar a los terroristas antes de que ataquen de nuevo, Scotland Yard reveló ayer datos precisos sobre los atentados fallidos del jueves y pidió la colaboración ciudadana. Según los investigadores, todas las bombas del último ataque estaban en contenedores de plástico idénticos, por lo que solicitaron a los dueños del centenar de tiendas que los distribuyen que aporten información sobre sus compradores. Además, la Policía publicó nuevas fotos de los terroristas junto a los nombres de dos de ellos y detalló su ruta de huida de los atentados. Los agentes confirmaron el hallazgo el sábado de una bomba similar a las cuatro empleadas en los atentados fallidos del jueves abandonada en un parque del noroeste de la ciudad, lo que abre la posibilidad de que un quinto terrorista se arrepintiera en el último momento. Al igual que en los otros cuatro artefactos, el material explosivo de fabricación casera estaba en un contenedor de plástico transparente, tapadera blanca, 6,25 litros de capacidad y marca «Delta 6250». «Made in India». Este tipo de envase fabricado en India llega a Reino Unido a través de una compañía importadora que posteriormente los vende a un centenar de establecimientos de todo el país. Tras comprobar que la distribución de las fiambreras es relativamente limitada, los investigadores han pedido la ayuda de los dueños de las tiendas para averiguar si alguien compró cinco o más unidades en las últimas semanas. «¿Recuerdan haber vendido varios contenedores a la vez, quizás a alguna de las personas de la foto?», les preguntó ayer Peter Clarke, jefe de la división antiterrorista de Scotland Yard. Además, ayer se conoció la identidad de dos de los terroristas huidos. Se trata de Yasin Hasan Omar, de 24 años, que atentó contra un metro en Warren Street, y Muktar Said Ibrahim, de 27, supuesto autor del ataque contra un autobús en Hackney. Hacia las 12:25 del pasado jueves, ambos llegaron a la estación de Stockwell junto a otro de los terroristas, todavía sin identificar, y desde allí se dispersaron por la red de metro para lanzar sus ataques de manera casi simultánea. Mientras, el cuarto hombre, cuyo nombre tampoco se ha hecho público, viajó en solitario a la estación de metro de Shepherd’s Bush, donde trató de detonar su mochila. La Policía publicó nuevas fotos de mayor calidad de los sospechosos y pidió a quienes les conozcan que se pongan en contacto con los agentes. Además, Clarke reconstruyó calle por calle los últimos movimientos conocidos de los terroristas para que los vecinos de la zona puedan hurgar en sus memorias y aporten cualquier información útil para la investigación, la más compleja de la historia de Scotland Yard. Uno de los dos terroristas identificados, Muktar Said Ibrahim, ha sido vinculado a un piso en New Southgate, al norte de Londres, que ayer fue registrado por los expertos en antiterrorismo tras una aparatosa operación policial. Precisamente, en este barrio la Policía ha detenido en las últimas 48 horas a otros dos sospechosos, lo que lleva la cifra total a cinco, aunque al parecer ninguno pertenece al «comando» encargado de perpetrar los atentados. Todos ellos están acusados de delitos terroristas, por lo que pueden permanecer bajo custodia policial sin cargos durante 14 días. Aun están en Gran Bretaña. A pesar de la activa operación de Scotland Yard, se cree que los autores materiales siguen en libertad y no han abandonado el país. Aunque al ser suicidas no es probable que contaran con un plan de fuga detallado, se sospecha que puedan haberse refugiado en una «casa segura», muy difícil de localizar. Además, resulta probable que tengan acceso a nuevos explosivos, por lo que podrían organizar una nueva oleada de atentados en los próximos días. Otra teoría es que decidieran quitarse la vida tras ver frustrados sus planes terroristas. Así ocurrió con uno de los dos primeros suicidas de nacionalidad británica, Omar Sharif Khan, que trató de atentar contra un bar en Tel Aviv (Israel) en 2003, pero tuvo que salir huyendo cuando su bomba no detonó. Días después, apareció muerto en el mar y se cree que se quitó la vida voluntariamente tras fracasar en su misión. Sin embargo, la hipótesis prioritaria es que los cuatro sigan vivos, aunque posiblemente por separado, y planeen una nueva masacre. Mientras tanto, siguió la polémica por la muerte el pasado viernes de Jean Charles de Menezes, un brasileño de 27 años, durante una redada policial. El primer ministro, Tony Blair, dijo ayer que «lamenta desesperadamente» su fallecimiento, pero también pidió comprensión hacia los policías que le dispararon pues trabajan «en unas circunstancias extremadamente difíciles». «Si se hubiera tratado de un terrorista suicida y no hubieran actuado con contundencia, se les habría criticado duramente», explicó.
Primer plano de un terrorista en el metroMuktar Said Ibrahim, terrorista del 21-J
Londres- Ante la urgencia de atrapar a los terroristas antes de que ataquen de nuevo, Scotland Yard reveló ayer datos precisos sobre los atentados fallidos del jueves y pidió la colaboración ciudadana. Según los investigadores, todas las bombas del último ataque estaban en contenedores de plástico idénticos, por lo que solicitaron a los dueños del centenar de tiendas que los distribuyen que aporten información sobre sus compradores. Además, la Policía publicó nuevas fotos de los terroristas junto a los nombres de dos de ellos y detalló su ruta de huida de los atentados. Los agentes confirmaron el hallazgo el sábado de una bomba similar a las cuatro empleadas en los atentados fallidos del jueves abandonada en un parque del noroeste de la ciudad, lo que abre la posibilidad de que un quinto terrorista se arrepintiera en el último momento. Al igual que en los otros cuatro artefactos, el material explosivo de fabricación casera estaba en un contenedor de plástico transparente, tapadera blanca, 6,25 litros de capacidad y marca «Delta 6250». «Made in India». Este tipo de envase fabricado en India llega a Reino Unido a través de una compañía importadora que posteriormente los vende a un centenar de establecimientos de todo el país. Tras comprobar que la distribución de las fiambreras es relativamente limitada, los investigadores han pedido la ayuda de los dueños de las tiendas para averiguar si alguien compró cinco o más unidades en las últimas semanas. «¿Recuerdan haber vendido varios contenedores a la vez, quizás a alguna de las personas de la foto?», les preguntó ayer Peter Clarke, jefe de la división antiterrorista de Scotland Yard. Además, ayer se conoció la identidad de dos de los terroristas huidos. Se trata de Yasin Hasan Omar, de 24 años, que atentó contra un metro en Warren Street, y Muktar Said Ibrahim, de 27, supuesto autor del ataque contra un autobús en Hackney. Hacia las 12:25 del pasado jueves, ambos llegaron a la estación de Stockwell junto a otro de los terroristas, todavía sin identificar, y desde allí se dispersaron por la red de metro para lanzar sus ataques de manera casi simultánea. Mientras, el cuarto hombre, cuyo nombre tampoco se ha hecho público, viajó en solitario a la estación de metro de Shepherd’s Bush, donde trató de detonar su mochila. La Policía publicó nuevas fotos de mayor calidad de los sospechosos y pidió a quienes les conozcan que se pongan en contacto con los agentes. Además, Clarke reconstruyó calle por calle los últimos movimientos conocidos de los terroristas para que los vecinos de la zona puedan hurgar en sus memorias y aporten cualquier información útil para la investigación, la más compleja de la historia de Scotland Yard. Uno de los dos terroristas identificados, Muktar Said Ibrahim, ha sido vinculado a un piso en New Southgate, al norte de Londres, que ayer fue registrado por los expertos en antiterrorismo tras una aparatosa operación policial. Precisamente, en este barrio la Policía ha detenido en las últimas 48 horas a otros dos sospechosos, lo que lleva la cifra total a cinco, aunque al parecer ninguno pertenece al «comando» encargado de perpetrar los atentados. Todos ellos están acusados de delitos terroristas, por lo que pueden permanecer bajo custodia policial sin cargos durante 14 días. Aun están en Gran Bretaña. A pesar de la activa operación de Scotland Yard, se cree que los autores materiales siguen en libertad y no han abandonado el país. Aunque al ser suicidas no es probable que contaran con un plan de fuga detallado, se sospecha que puedan haberse refugiado en una «casa segura», muy difícil de localizar. Además, resulta probable que tengan acceso a nuevos explosivos, por lo que podrían organizar una nueva oleada de atentados en los próximos días. Otra teoría es que decidieran quitarse la vida tras ver frustrados sus planes terroristas. Así ocurrió con uno de los dos primeros suicidas de nacionalidad británica, Omar Sharif Khan, que trató de atentar contra un bar en Tel Aviv (Israel) en 2003, pero tuvo que salir huyendo cuando su bomba no detonó. Días después, apareció muerto en el mar y se cree que se quitó la vida voluntariamente tras fracasar en su misión. Sin embargo, la hipótesis prioritaria es que los cuatro sigan vivos, aunque posiblemente por separado, y planeen una nueva masacre. Mientras tanto, siguió la polémica por la muerte el pasado viernes de Jean Charles de Menezes, un brasileño de 27 años, durante una redada policial. El primer ministro, Tony Blair, dijo ayer que «lamenta desesperadamente» su fallecimiento, pero también pidió comprensión hacia los policías que le dispararon pues trabajan «en unas circunstancias extremadamente difíciles». «Si se hubiera tratado de un terrorista suicida y no hubieran actuado con contundencia, se les habría criticado duramente», explicó.
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