CONSTITUCION POLITICA IRAK 2005
EL REFERÉNDUM IRAQUÍ El embajador de EE. UU. ofrece más tiempo a los iraquíes para corregir la ConstituciónWashington sacrifica el celo legal para que los suníes acepten el proyecto de Carta Magna
En un nuevo giro, y tras ser aceptado el proyecto constitucional en el Parlamento para ser sometido a referéndum, el embajador de EE. UU. considera que el documento aún puede ser modificado. El texto ha originado asimismo un contencioso entre el Gobierno iraquí y la Liga Árabe por el artículo que hace referencia al mundo árabe.
Altos representantes chiíes desautorizan al diplomático y recalcan que la ley fundamental ya no puede ser modificada
Contencioso entre Bagdad y la Liga Árabe porque el borrador no define a Iraq como país perteneciente al mundo árabe
LA VANGUARDIA - 31/08/2005 Afp, Ap y Reuters.
En un nuevo giro, y tras ser aceptado el proyecto constitucional en el Parlamento para ser sometido a referéndum, el embajador de EE. UU. considera que el documento aún puede ser modificado. El texto ha originado asimismo un contencioso entre el Gobierno iraquí y la Liga Árabe por el artículo que hace referencia al mundo árabe.
Altos representantes chiíes desautorizan al diplomático y recalcan que la ley fundamental ya no puede ser modificada
Contencioso entre Bagdad y la Liga Árabe porque el borrador no define a Iraq como país perteneciente al mundo árabe
LA VANGUARDIA - 31/08/2005 Afp, Ap y Reuters.
BAGDAD Los titánicos esfuerzos de la Administración Bush para implicar a los suníes árabes en el proceso político iraquí no cesan. El embajador estadounidense en Bagdad, Zalmay Jalilzad, sorprendió ayer al decir que "el borrador final, final, de Constitución no se ha presentado todavía". Se trata de una nueva tentativa para que chiíes y kurdos hagan alguna concesión a los suníes, que continúan rechazando el texto. Pese a que el domingo pasado el Parlamento aceptó, tras un rosario de aplazamientos, el borrador constitucional pactado por kurdos y chiíes y el presidente iraquí, Jalal Talabani, dijo que sería sometido a referéndum en octubre, el embajador Jalilzad aseguró que el anteproyecto con correcciones y editado no se había presentado. Y destacó que "eso es algo que los iraquíes tendrán que hablar y decidir por sí mismos". Aunque la ley establece que el borrador firmado por el Parlamento no admite cambios, para el diplomático hay una puerta abierta si dichos cambios se presentan como "correcciones" al texto. "Si los iraquíes deciden entre ellos, ya sean o no miembros de la Asamblea Nacional, aportar algunos ajustes al proyecto presentado, pueden hacerlo", sentenció. El embajador quiso dejar claro que los que ejercen el poder político en Iraq tienen la libertad de interpretar ampliamente la ley vigente y que no será Estados Unidos quien lo impida. Al fin y al cabo, el proceso político en curso en Iraq fue diseñado por los representantes de la Administración Bush. El embajador efectuó estas declaraciones en una rueda de prensa junto al líder suní Adnan Al Dulaimi, que de nuevo recalcó: "Vamos a hacer todo lo posible para asegurarnos de que este borrador fracase en el referéndum (si el texto es el actual)". Otro destacado suní, Saleh Al Mutlaq, que participó en la negociación del borrador, fue más lejos y llamó a todas las comunidades a hacer un "frente unido para preservar la unidad del país", en especial al chií radical Moqtada Al Sadr, que también rechaza el federalismo. Los suníes se oponen al federalismo, a la represión de los miembros del Baas (el partido del dictador) y aspiran a que se establezca que todo Iraq pertenece a la nación árabe. El rocambolesco paso dado por el embajador evidencia la preocupación estadounidense. La Casa Blanca teme que la marginación de los suníes árabes - 20% de la población- dispare la resistencia, nutrida fundamentalmente por su comunidad, en un momento en que Estados Unidos necesita enfilar hacia la estabilización iraquí para programar la salida militar y acallar las críticas en su propio país. La réplica a la propuesta de Jalilzad no se hizo esperar. Un influyente chií miembro de la comisión que redactó el proyecto de Carta Magna, el diputado Jaled Al Attiyah, recalcó que "no está permitido hacer cambios en el texto", excepto en cuestiones menores de lenguaje. La crisis iraquí tiene otras connotaciones internacionales que ayer volvieron a salir a la luz. El primer ministro Ibrahim Yafari reprochó a la Liga Árabe "su poco interés por el pueblo iraquí". "Hasta ahora - afirmó- no hemos visto en Bagdad a ningún enviado árabe". "Deben revisar su posición", espetó el gobernante. Estas denuncias tienen lugar precisamente después de que Amr Musa, secretario general de esta organización, pidiera explicaciones al Gobierno de Iraq - país fundador de la Liga Árabe- sobre el artículo del anteproyecto de ley fundamental en que se resalta que los árabes de Iraq pertenecen a la nación árabe, omitiendo decir que Iraq (todo Iraq) forma parte de ésta. Por su parte, Amr Musa, precisó que el primer ministro iraquí "tiene el derecho a criticar a la Liga". "Pero - agregó- son la ocupación y la inseguridad las que impiden un papel claro de la Liga en Iraq... al igual que lo impiden a las Naciones Unidas". El artículo del borrador constitucional que no integra a Iraq como país en la nación árabe fue evidentemente una concesión a los kurdos de religión musulmana suní, pero no árabes. Algunos líderes suníes árabes creen que la concesión va más allá y tiene relación con los chíes. Estos, los chiíes iraquíes, son árabes y los chiíes de Irán son persas. Dado el interés de la comunidad chií en su gran vecino, el citado artículo podría tener alguna relación con ello.
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