POLITICA Y NARCOTRÁFICO
Sicarios matan policías presos por crimen diputados El Salvador
Por Mica Rosenberg
CUILAPA, Guatemala (Reuters) - Cuatro policías de Guatemala, acusados de matar a tres diputados de El Salvador, fueron asesinados el domingo en la cárcel donde estaban detenidos por sicarios relacionados con narcotraficantes, dijo la fuerza policial.
La portavoz de la policía, María Fernández, dijo que los agentes fueron asesinados por los mismos cárteles que se sospecha también ordenaron la muerte de los políticos.
"Fue una planificacion. (Fue) Planificado por la misma gente que mandaron a matar los salvadorenos," dijo a Reuters la portavoz.
Los policías, que habían sido arrestados el jueves acusados de las muertes de los tres legisladores, fallecieron en circunstancias confusas en la cárcel de Boquerón, a 60 kilómetros de la capital guatemalteca.
Los cuerpos de los legisladores fueron hallados el martes pasado en un auto incendiado cerca de la Ciudad de Guatemala. Funcionarios guatemaltecos habían dicho que los crímenes estaban relacionados con el narcotráfico.
Aunque la policía no aclaró como sucedieron los asesinatos en el penal, familiares de reos de Boquerón -cerca de la ciudad de Cuilapa- dijeron por radios locales que los guardias de la prisión dejaron a entrar a los atacantes durante la hora de visitas y que poco después se escucharon disparos.
Tampoco quedó claro si los asesinatos ocurrieron antes o durante un motín en la prisión.
El director del penal dijo a periodistas que los internos controlaban la cárcel y habían tomado de rehenes a seis empleados de la prisión, pero funcionarios de derechos humanos aclararon que los reos lo hicieron por temor a ser culpados por los asesinatos.
Uno de los rehenes fue liberado después de las negociaciones. "A una persona la dejaron salir, pero hay cinco personas que son personal administrativo de la cárcel," dijo el director del penal.
El portavoz de la presidencia de El Salvador, Julio Rank, dijo que estaban impresionados por las recientes muertes. "Lo que es preocupante es el estado de corrupción en que se encuentra la policía en Guatemala," comentó en entrevista telefónica desde Miami.
ESCONDIENDO LA VERDAD
Los diputados asesinados, Eduardo D'Aubuisson, William Pichinte y José Ramón González, eran representantes de El Salvador en el Parlamento centroamericano regional -que sesiona en Guatemala- y representaban a la derechista ARENA (Alianza Republicana Nacionalista).
D'Aubuisson era el hijo del fundador de ARENA, Roberto D'Aubuisson, quien está acusado de encabezar escuadrones de exterminio durante la guerra civil de la década de 1980.
Los homicidios causaron conmoción en la clase política salvadoreña, y el Congreso nacional aprobó un duelo nacional de tres días el martes pasado.
Guatemala puso fin a una guerra civil de 36 años con acuerdos de paz en 1996, pero el país ha sido azotado desde entonces por la violencia de pandillas y del narcotráfico y desestabilizado por la corrupción en la policía y el gobierno.
Tanto la policía nacional de Guatemala como el Parlamento centroamericano han sido salpicados por escándalos de narcotráfico de alto nivel en los últimos años.
Algunos legisladores han sido incluso acusados de usar su posición oficial para contrabandear narcóticos.
El político opositor guatemalteco Otto Pérez Molina dijo que los asesinatos del domingo se deben a la corrupción incrustada en importantes funcionarios de seguridad, que no quieren que se revelen sus lazos con el narcotráfico.
"El asesinato de estos policías, en la forma que se encontró, es porque están intentando ocultar la verdad," sostuvo Pérez Molina.
Por Mica Rosenberg
CUILAPA, Guatemala (Reuters) - Cuatro policías de Guatemala, acusados de matar a tres diputados de El Salvador, fueron asesinados el domingo en la cárcel donde estaban detenidos por sicarios relacionados con narcotraficantes, dijo la fuerza policial.
La portavoz de la policía, María Fernández, dijo que los agentes fueron asesinados por los mismos cárteles que se sospecha también ordenaron la muerte de los políticos.
"Fue una planificacion. (Fue) Planificado por la misma gente que mandaron a matar los salvadorenos," dijo a Reuters la portavoz.
Los policías, que habían sido arrestados el jueves acusados de las muertes de los tres legisladores, fallecieron en circunstancias confusas en la cárcel de Boquerón, a 60 kilómetros de la capital guatemalteca.
Los cuerpos de los legisladores fueron hallados el martes pasado en un auto incendiado cerca de la Ciudad de Guatemala. Funcionarios guatemaltecos habían dicho que los crímenes estaban relacionados con el narcotráfico.
Aunque la policía no aclaró como sucedieron los asesinatos en el penal, familiares de reos de Boquerón -cerca de la ciudad de Cuilapa- dijeron por radios locales que los guardias de la prisión dejaron a entrar a los atacantes durante la hora de visitas y que poco después se escucharon disparos.
Tampoco quedó claro si los asesinatos ocurrieron antes o durante un motín en la prisión.
El director del penal dijo a periodistas que los internos controlaban la cárcel y habían tomado de rehenes a seis empleados de la prisión, pero funcionarios de derechos humanos aclararon que los reos lo hicieron por temor a ser culpados por los asesinatos.
Uno de los rehenes fue liberado después de las negociaciones. "A una persona la dejaron salir, pero hay cinco personas que son personal administrativo de la cárcel," dijo el director del penal.
El portavoz de la presidencia de El Salvador, Julio Rank, dijo que estaban impresionados por las recientes muertes. "Lo que es preocupante es el estado de corrupción en que se encuentra la policía en Guatemala," comentó en entrevista telefónica desde Miami.
ESCONDIENDO LA VERDAD
Los diputados asesinados, Eduardo D'Aubuisson, William Pichinte y José Ramón González, eran representantes de El Salvador en el Parlamento centroamericano regional -que sesiona en Guatemala- y representaban a la derechista ARENA (Alianza Republicana Nacionalista).
D'Aubuisson era el hijo del fundador de ARENA, Roberto D'Aubuisson, quien está acusado de encabezar escuadrones de exterminio durante la guerra civil de la década de 1980.
Los homicidios causaron conmoción en la clase política salvadoreña, y el Congreso nacional aprobó un duelo nacional de tres días el martes pasado.
Guatemala puso fin a una guerra civil de 36 años con acuerdos de paz en 1996, pero el país ha sido azotado desde entonces por la violencia de pandillas y del narcotráfico y desestabilizado por la corrupción en la policía y el gobierno.
Tanto la policía nacional de Guatemala como el Parlamento centroamericano han sido salpicados por escándalos de narcotráfico de alto nivel en los últimos años.
Algunos legisladores han sido incluso acusados de usar su posición oficial para contrabandear narcóticos.
El político opositor guatemalteco Otto Pérez Molina dijo que los asesinatos del domingo se deben a la corrupción incrustada en importantes funcionarios de seguridad, que no quieren que se revelen sus lazos con el narcotráfico.
"El asesinato de estos policías, en la forma que se encontró, es porque están intentando ocultar la verdad," sostuvo Pérez Molina.
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