VOTO DE CONFIANZA
Pte. Italia define futuro del gobierno tras renuncia de Prodi
Por Silvia Aloisi
ROMA (Reuters) - El presidente de Italia se reunirá el jueves con los líderes políticos del país para ver si Romano Prodi, que ha dimitido como primer ministro después de nueve meses en el cargo, aún puede dirigir el Gobierno o debe ser reemplazado.
Prodi, que ganó el año pasado las elecciones más reñidas de la posguerra italiana, renunció el miércoles después de perder una votación en el Senado sobre política exterior, una fuente constante de fricciones dentro de su coalición de nueve partidos en la que hay desde católicos a comunistas.
Según la Constitución, el presidente Giorgio Napolitano debe encontrar una salida a esta crisis.
Napolitano mantendrá consultas el jueves con partidos y líderes parlamentarios, un proceso que un periódico calificó como de "ruleta rusa" para Prodi, pues el impredecible resultado determinará su futuro político.
Hay tres escenarios principales.
Si Napolitano encuentra un respaldo suficiente para Prodi entre los partidos de centroizquierda, podría pedirle o que forme un nuevo gobierno o ir al Parlamento con su actual Gabinete para afrontar un voto de confianza. Si gana, podría seguir en el cargo.
En el caso de que el apoyo para Prodi no fuera lo suficientemente fuerte para continuar como primer ministro, Napolitano podría pedir a otra persona, posiblemente al ministro del Interior, Giuliano Amato, que forme un gobierno de expertos con respaldo de partidos de todo el espectro.
Si no hay un acuerdo sobre quién debería ser primer ministro, Napolitano se vería obligado a disolver el Parlamento y convocar elecciones anticipadas, aunque esta opción parece improbable por ahora.
Algunos analistas dijeron que cualquier gobierno de Prodi será extremadamente débil y vulnerable a las luchas internas entre sus aliados, que están en desacuerdo en todo tipo de cuestiones, desde las misiones militares de Italia en el extranjero hasta los derechos de los homosexuales.
"Incluso si hubiera otro gobierno de Prodi estaría colgando de un hilo y no duraría mucho, pues abundan las razones para generar tensión," dijo Gianfranco Pasquino, profesor de ciencia política del centro de la Universidad John Hopkins en Bologna.
La bolsa italiana no se mostraba afectada por las noticas. El índice S&P/MIB de Milán abrió con un alza del 0,5 por ciento, a 42.511 puntos, en línea con el índice DJ 600 Stox.
Prodi, de 67 años, dirigía el gobierno italiano número 61 desde 1945.
Después de su elección el pasado abril, disfrutó de un breve período de luna de miel, pero sus niveles de popularidad se hundieron cuando aprobó un presupuesto para 2007 de recorte de déficit para alinear a Italia con las exigencias de la UE.
Pese a los continuos encontronazos dentro de su coalición, su renuncia causó una gran sorpresa al conocerse el miércoles.
La votación en el Senado estaba planteada como una moción de apoyo para la política exterior del gobierno, pero el ministro de Relaciones Exteriores, Massimo D'Alema, la convirtió en una prueba de la fortaleza del Ejecutivo, dando poco margen a Prodi una vez que la moción no fue aprobada.
Por Silvia Aloisi
ROMA (Reuters) - El presidente de Italia se reunirá el jueves con los líderes políticos del país para ver si Romano Prodi, que ha dimitido como primer ministro después de nueve meses en el cargo, aún puede dirigir el Gobierno o debe ser reemplazado.
Prodi, que ganó el año pasado las elecciones más reñidas de la posguerra italiana, renunció el miércoles después de perder una votación en el Senado sobre política exterior, una fuente constante de fricciones dentro de su coalición de nueve partidos en la que hay desde católicos a comunistas.
Según la Constitución, el presidente Giorgio Napolitano debe encontrar una salida a esta crisis.
Napolitano mantendrá consultas el jueves con partidos y líderes parlamentarios, un proceso que un periódico calificó como de "ruleta rusa" para Prodi, pues el impredecible resultado determinará su futuro político.
Hay tres escenarios principales.
Si Napolitano encuentra un respaldo suficiente para Prodi entre los partidos de centroizquierda, podría pedirle o que forme un nuevo gobierno o ir al Parlamento con su actual Gabinete para afrontar un voto de confianza. Si gana, podría seguir en el cargo.
En el caso de que el apoyo para Prodi no fuera lo suficientemente fuerte para continuar como primer ministro, Napolitano podría pedir a otra persona, posiblemente al ministro del Interior, Giuliano Amato, que forme un gobierno de expertos con respaldo de partidos de todo el espectro.
Si no hay un acuerdo sobre quién debería ser primer ministro, Napolitano se vería obligado a disolver el Parlamento y convocar elecciones anticipadas, aunque esta opción parece improbable por ahora.
Algunos analistas dijeron que cualquier gobierno de Prodi será extremadamente débil y vulnerable a las luchas internas entre sus aliados, que están en desacuerdo en todo tipo de cuestiones, desde las misiones militares de Italia en el extranjero hasta los derechos de los homosexuales.
"Incluso si hubiera otro gobierno de Prodi estaría colgando de un hilo y no duraría mucho, pues abundan las razones para generar tensión," dijo Gianfranco Pasquino, profesor de ciencia política del centro de la Universidad John Hopkins en Bologna.
La bolsa italiana no se mostraba afectada por las noticas. El índice S&P/MIB de Milán abrió con un alza del 0,5 por ciento, a 42.511 puntos, en línea con el índice DJ 600 Stox.
Prodi, de 67 años, dirigía el gobierno italiano número 61 desde 1945.
Después de su elección el pasado abril, disfrutó de un breve período de luna de miel, pero sus niveles de popularidad se hundieron cuando aprobó un presupuesto para 2007 de recorte de déficit para alinear a Italia con las exigencias de la UE.
Pese a los continuos encontronazos dentro de su coalición, su renuncia causó una gran sorpresa al conocerse el miércoles.
La votación en el Senado estaba planteada como una moción de apoyo para la política exterior del gobierno, pero el ministro de Relaciones Exteriores, Massimo D'Alema, la convirtió en una prueba de la fortaleza del Ejecutivo, dando poco margen a Prodi una vez que la moción no fue aprobada.
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