FRANCIA, REFORMAS EN UNIVERSIDAD Y HUELGAS

Gabinete francés debate reformas a universidades y huelgas
Por Jon Boyle
PARIS (Reuters) - El gabinete de centroderecha de Francia discutió el miércoles los planes para reformar las debilitadas universidades y para restringir algunos derechos a huelga, una medida que podría poner al presidente Nicolas Sarkozy camino al choque con los sindicatos.
Sarkozy quiere dar a las universidades más poder para administrar sus propios asuntos y prometió aumentar el gasto en centros de educación superior en 5.000 millones de euros, unos 6.800 millones de dólares, durante los próximos cinco años.
Pero se vio forzado a archivar los planes para introducir una selección para los cursos de maestría, para evitar protestas estudiantiles que ensombrecieron los intentos previos de reformar las universidades de Francia, que se quedan atrás de sus rivales internacionales.
Las reformas de educación permitirán a las universidades manejar sus propios recursos, hacerse cargo de la contratación de personal, crear asociaciones con empresas y buscar financiamiento privado, cambios que el primer ministro, Francois Fillon, dijo eran vitales.
"Creo que la reforma más importante es la de las universidades, porque para el futuro de nuestro país, la disminución del nivel de las universidades francesas (...) constituye una desventaja considerable," afirmó a BFM TV.
"En el largo plazo, la reforma a las universidades es la reforma más fundamental que estamos llevando a cabo," dijo, agregando que quiere que las universidades francesas regresen a la cima de las ligas internacionales.
Las 85 universidades de Francia cuentan con 1,4 millones de estudiantes, pero la tasa de deserción es alta, las instalaciones están deterioradas y superpobladas. Las empresas se quejan de que, a menudo, los graduados no están bien preparados para trabajar.
Los mejores estudiantes de Francia son frecuentemente atraídos a los pequeños institutos de elite "Grandes Ecoles," que equivalen a sólo el 6,0 por ciento de los alumnos.
Aunque cedió terreno ante los estudiantes, Sarkozy avanzó con otras dos promesas electorales clave: cambiar las reglas de inmigración y frenar a las huelgas del transporte público.
El proyecto sobre las huelgas forzaría al personal del transporte público a avisar de la acción de protesta con 48 horas de anticipación, garantizar un nivel mínimo de servicio y también introduciría sufragios obligatorios y secretos sobre la paralización tras ocho días de una disputa industrial.
Pero mientras las medidas podrían probar ser populares entre los usuarios del transporte, los sindicatos del país dicen que podrían socavar el derecho a huelga.