RIO GALLEGOS Y CRISTINA
Apatía rodea a los Kirchner en su ciudad argentina
Por Jorge A. Otaola
RIO GALLEGOS, Argentina (Reuters) - Un clima frío, el cielo nublado y escaso interés por la política nacional rodeaban el sábado a la familia Kirchner en la patagónica ciudad en la que forjaron su carrera, a horas de las elecciones presidenciales en Argentina.
El presidente Néstor Kirchner y su esposa, la senadora y candidata presidencial Cristina Fernández, pasaban casi inadvertidos en Río Gallegos, en la provincia de Santa Cruz, distrito que el domingo también elegirá nuevo gobernador sin que el delfín del primer mandatario tenga una victoria segura.
A unos 2.600 kilómetros al sur de Buenos Aires, el matrimonio más poderoso del país también podrá ser testigo de la dura pelea interna por la alcaldía de la ciudad, de apenas unos 95.000 habitantes.
Esa pugna dejaba en segundo plano a Cristina -como la llaman los argentinos- dado que según los pronósticos se alzará con una cómoda victoria para suceder a su marido.
Los carteles publicitarios con su figura son escasos y los del actual mandatario brillaban por su ausencia en Río Gallegos, ciudad donde se han desarrollado algunas de las mayores manifestaciones contra los Kirchner en los últimos meses.
"Será que estamos acostumbrados, pero que estén los Kirchner prácticamente ni cuenta nos damos. Acá vale quien será el intendente (alcalde) y ver quien ganará la gobernación (por Santa Cruz)," dijo una joven empleada de una panaderia.
DESCANSO
Los Kirchner llegaron a la ciudad el viernes por la noche, en el avión presidencial Tango 01 y, aunque aún no está confirmado, partirían hacia Buenos Aires el domingo al mediodía tras emitir sus votos.
En el centro de la ciudad agentes de seguridad vigilaban la casa de los Kirchner, que se diferencia de las de su alrededor en el centro de la ciudad por su gran tamaño y su pronunciado techo color azul.
Además de los custodios -también había hombres de civil- una decena de reporteros gráficos permanecía frente a la casa soportando una fuerte brisa y una temperatura que descendía lentamente por debajo de los cinco grados centígrados, a la espera de algún movimiento del matrimonio.
El presidente argentino mantuvo su cábala ganadora de elecciones anteriores y al mediodía compartió con amigos un típico asado, preparado por Francisco "Batata" Mansilla, un mecánico de la ciudad y candidato a alcalde.
Mientras tanto, familias y jóvenes caminaban por la ribera de un estuario que caracteriza a la capital provincial.
A LAS URNAS
La dura pugna por ganar la alcaldía generaba problemas para la movilidad de la prensa en Río Gallegos.
Los taxis de la ciudad fueron contratados por diferentes sectores de la política local para trasladar a la gente a los lugares de votación, pagando algo más de 200 dólares el día a los dueños de los vehículos.
Uno de los choferes relató a Reuters que confiaba en un triunfo de los Kirchner a nivel nacional, pero que para él era más importante que se clarifique el panorama político de Río Gallegos y de Santa Cruz.
La provincia sureña, rica por su industria petrolera, minera, pesquera y lanera viene de afrontar tres gobernadores en casi tres años por conflictos políticos y gremiales, con choques públicos entre manifestantes y la policía, un desgaste que también rozó a Kirchner.
El alto perfil político de Río Gallegos se refuerza con la presencia de Alicia Kirchner, hermana del presidente y actual ministra de Acción Social, y del influyente Julio De Vido, ministro de Planificación, quienes votarán allí.
Kirchner gobernó Santa Cruz entre 1991 y el 2003, año en que fue elegido presidente.
Por Jorge A. Otaola
RIO GALLEGOS, Argentina (Reuters) - Un clima frío, el cielo nublado y escaso interés por la política nacional rodeaban el sábado a la familia Kirchner en la patagónica ciudad en la que forjaron su carrera, a horas de las elecciones presidenciales en Argentina.
El presidente Néstor Kirchner y su esposa, la senadora y candidata presidencial Cristina Fernández, pasaban casi inadvertidos en Río Gallegos, en la provincia de Santa Cruz, distrito que el domingo también elegirá nuevo gobernador sin que el delfín del primer mandatario tenga una victoria segura.
A unos 2.600 kilómetros al sur de Buenos Aires, el matrimonio más poderoso del país también podrá ser testigo de la dura pelea interna por la alcaldía de la ciudad, de apenas unos 95.000 habitantes.
Esa pugna dejaba en segundo plano a Cristina -como la llaman los argentinos- dado que según los pronósticos se alzará con una cómoda victoria para suceder a su marido.
Los carteles publicitarios con su figura son escasos y los del actual mandatario brillaban por su ausencia en Río Gallegos, ciudad donde se han desarrollado algunas de las mayores manifestaciones contra los Kirchner en los últimos meses.
"Será que estamos acostumbrados, pero que estén los Kirchner prácticamente ni cuenta nos damos. Acá vale quien será el intendente (alcalde) y ver quien ganará la gobernación (por Santa Cruz)," dijo una joven empleada de una panaderia.
DESCANSO
Los Kirchner llegaron a la ciudad el viernes por la noche, en el avión presidencial Tango 01 y, aunque aún no está confirmado, partirían hacia Buenos Aires el domingo al mediodía tras emitir sus votos.
En el centro de la ciudad agentes de seguridad vigilaban la casa de los Kirchner, que se diferencia de las de su alrededor en el centro de la ciudad por su gran tamaño y su pronunciado techo color azul.
Además de los custodios -también había hombres de civil- una decena de reporteros gráficos permanecía frente a la casa soportando una fuerte brisa y una temperatura que descendía lentamente por debajo de los cinco grados centígrados, a la espera de algún movimiento del matrimonio.
El presidente argentino mantuvo su cábala ganadora de elecciones anteriores y al mediodía compartió con amigos un típico asado, preparado por Francisco "Batata" Mansilla, un mecánico de la ciudad y candidato a alcalde.
Mientras tanto, familias y jóvenes caminaban por la ribera de un estuario que caracteriza a la capital provincial.
A LAS URNAS
La dura pugna por ganar la alcaldía generaba problemas para la movilidad de la prensa en Río Gallegos.
Los taxis de la ciudad fueron contratados por diferentes sectores de la política local para trasladar a la gente a los lugares de votación, pagando algo más de 200 dólares el día a los dueños de los vehículos.
Uno de los choferes relató a Reuters que confiaba en un triunfo de los Kirchner a nivel nacional, pero que para él era más importante que se clarifique el panorama político de Río Gallegos y de Santa Cruz.
La provincia sureña, rica por su industria petrolera, minera, pesquera y lanera viene de afrontar tres gobernadores en casi tres años por conflictos políticos y gremiales, con choques públicos entre manifestantes y la policía, un desgaste que también rozó a Kirchner.
El alto perfil político de Río Gallegos se refuerza con la presencia de Alicia Kirchner, hermana del presidente y actual ministra de Acción Social, y del influyente Julio De Vido, ministro de Planificación, quienes votarán allí.
Kirchner gobernó Santa Cruz entre 1991 y el 2003, año en que fue elegido presidente.
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