lunes, octubre 27, 2008

LA GUERRILLA COMUNISTA COLOMBIANA




Lizcano se salvó de ser fusilado por las FARC hace un año
Hace 1 día
BOGOTÁ (AFP) — El ex congresista colombiano Óscar Tulio Lizcano, quien huyó de la guerrilla de las FARC tras más de ocho años de secuestro, ya había sido invitado a fugarse por uno de sus captores, pero afortunadamente desistió porque el rebelde fue capturado y fusilado, narró el político este lunes.
"Hace un año acababa de llegar a un campamento y un muchacho muy joven me dijo que me iba a sacar. Una noche me haló y me dijo que nos fuéramos, que el Ejército estaba cerca", contó Lizcano a radios de Bogotá.
Según el ex congresista, quien el domingo recuperó la libertad, el rebelde le contó que tenía dos fusiles, una granada y una radio en su poder, "pero en ese momento sentí pánico y, además, la duda de que de pronto me estaban haciendo inteligencia". "Realmente no estaba preparado psicológicamente. El muchacho se fue, pero lastimosamente tomó un camino en donde más adelante estaba una compañía guerrillera acampada. Lo cogieron y finalmente lo fusilaron", agregó Lizcano.
El político recordó que si bien en esa ocasión no quiso fugarse, la semana pasada, cuando alias 'Isaza', el jefe de la facción guerrillera que lo custodiaba le dijo que lo iba a sacar de la selva, no dudó en aceptar la oferta. Durante tres días con sus noches, Lizcano, de 63 años, y su protector, evadieron en las selvas del departamento (provincia) de Chocó (noroeste) a los rebeldes que lo custodiaban, apenas comiendo frutos de una palma.
El domingo llegaron hasta la orilla del río Tamaná y divisaron al otro lado a una patrulla del ejército. "Llamamos a los habitantes para que nos enviaran una canoa y no respondieron. Yo gritaba ¡ejército, ejército!, y les decía que era un secuestrado, que vinieran, pero ellos creyeron que era un borracho por lo que iba abrazado, casi cargado por el guerrillero que me llevaba", narró Lizcano. "Entonces tomé otra decisión y le dije al comandante ('Isaza') que no había otra alternativa que mostrar el fusil que él traía. Tan pronto vieron el fusil se movilizaron y pasaron a la orilla en que estábamos", agregó el ex rehén.
"Todo fue alegría, los soldados me trataron muy bien, y poco después llegó un helicóptero con el general (Mario) Montoya", comandante del Ejército, puntualizó Lizcano.
En sus declaraciones, el político recordó que los guerrilleros que lo mantuvieron secuestrado no le dirigían la palabra y para evitar perder la voz bautizaba con nombres de personas los árboles y les daba clases.
Incluso el domingo, en su primera declaración pública en una base aérea de la ciudad de Cali (500 km al suroeste de Bogotá), a donde fue trasladado tras su rescate, Lizcano pidió perdón, "si digo incoherencias, pero llevo 8 años sin hablar. Los guerrilleros que me cuidaban no me dejaban", precisó.
Lizcano hacía parte de un grupo de 29 rehenes que las FARC intentan intercambiar por unos 500 guerrilleros presos en cárceles del país y de Estados Unidos. De este grupo de secuestrados quedan dos rehenes políticos: el ex gobernador del departamento de Meta (centro) Alan Jara; y el ex diputado de la asamblea del departamento de Valle del Cauca (suroeste) Sigifredo López; en tanto que los demás son militares y policías, algunos de los cuales llevan más de diez años de cautiverio en la selva.
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