20 ANIVERSARIO de CHERNOBIL
EL ACCIDENTE DE CHERNOBIL
atención de Mirella Poblete
El 26 de abril de 1986 tuvo lugar una catástrofe sin precedente en la historia de la industrialización: el reactor Nº 4 de la central nuclear de Chernobil, en Ucrania, sufría un grave accidente con fusión del núcleo que provocó la liberación de toneladas de material altamente radiactivo a la atmósfera, unas 200 veces mayor que la desprendida conjuntamente por las bombas atómicas lanzadas en 1945 por Estados Unidos en las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki. Los elementos expulsados a la atmósfera crearon una nube radiactiva, que arrastrada por el viento, no sólo afectó a la zona próxima a la central sino que viajó miles de kilómetros contaminando grandes áreas de Bielorrusia, Ucrania, Rusia, zonas de Asia y la mayor parte de Europa.
De la explosión, siguió un incendio que duró nueve días, interviniendo cerca de 800.000 personas (los llamados "liquidadores"). Estos, trabajaron apenas sin protección y recibiendo elevadas dosis de radiación. Según datos oficiales, el accidente de Chernobil está cobrando decenas de miles de víctimas entre los liquidadores; enfermedades como cáncer, leucemia, anomalías genéticas y trastornos neurológicos son algunas de las enfermedades que afectan de a la población. Sólo en Bielorrusia, Rusia y Ucrania causó 200.000 muertes entre 1990-2004; más de 400.000 personas dejaron sus hogares y otros centenares de miles no son evacuados por falta de presupuesto . El peligro no ha pasado. Para evitar la liberación de más radiactividad contenida aún en el reactor accidentado, se realizó una apresurada construcción de acero y hormigón de 50 metros de altura: el sarcófago, que sufre de una gran debilidad estructural y está en condiciones lamentables. Deja escapar radiactividad por más de 200 m2 de grietas, pero este problema es insignificante si lo comparamos con la radiactividad que se liberaría si algunas secciones del sarcófago se derrumbaran.
El 26 de abril de 1986 tuvo lugar una catástrofe sin precedente en la historia de la industrialización: el reactor Nº 4 de la central nuclear de Chernobil, en Ucrania, sufría un grave accidente con fusión del núcleo que provocó la liberación de toneladas de material altamente radiactivo a la atmósfera, unas 200 veces mayor que la desprendida conjuntamente por las bombas atómicas lanzadas en 1945 por Estados Unidos en las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki. Los elementos expulsados a la atmósfera crearon una nube radiactiva, que arrastrada por el viento, no sólo afectó a la zona próxima a la central sino que viajó miles de kilómetros contaminando grandes áreas de Bielorrusia, Ucrania, Rusia, zonas de Asia y la mayor parte de Europa.
De la explosión, siguió un incendio que duró nueve días, interviniendo cerca de 800.000 personas (los llamados "liquidadores"). Estos, trabajaron apenas sin protección y recibiendo elevadas dosis de radiación. Según datos oficiales, el accidente de Chernobil está cobrando decenas de miles de víctimas entre los liquidadores; enfermedades como cáncer, leucemia, anomalías genéticas y trastornos neurológicos son algunas de las enfermedades que afectan de a la población. Sólo en Bielorrusia, Rusia y Ucrania causó 200.000 muertes entre 1990-2004; más de 400.000 personas dejaron sus hogares y otros centenares de miles no son evacuados por falta de presupuesto . El peligro no ha pasado. Para evitar la liberación de más radiactividad contenida aún en el reactor accidentado, se realizó una apresurada construcción de acero y hormigón de 50 metros de altura: el sarcófago, que sufre de una gran debilidad estructural y está en condiciones lamentables. Deja escapar radiactividad por más de 200 m2 de grietas, pero este problema es insignificante si lo comparamos con la radiactividad que se liberaría si algunas secciones del sarcófago se derrumbaran.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home