BILLARY CLINTON?: DIJO OBAMA
La dura pugna de Hillary Clinton y Obama deriva en golpes bajos
• "No sé contra quién compito", se pregunta el senador en alusión al marido de su principal rival
• La aspirante sube la tensión del debate y acusa a su adversario de apoyar a un empresario imputado
JOAN CAÑETE BAYLE WASHINGTON
Desagradable. Intercambio de golpes. El debate del rencor. No muy civilizado. Estas son algunas de las frases con las que la prensa estadounidense calificaba ayer el debate televisado que el lunes por la noche mantuvieron los candidatos demócratas en Carolina del Sur. Nominalmente estuvo presente John Edwards, pero en realidad el encuentro fue un intercambio de golpes bajos y ataques personales entre los dos favoritos demócratas, Hillary Clinton y Barack Obama, que mantienen una lucha reñida por ganar las primarias del sábado en Carolina del Sur. Como si sonara una imaginaria campana en un ring, el debate empezó con un intercambio de golpes. Obama ya había anunciado que iba a responder a lo que considera ataques infundados de la campaña de Clinton, especialmente del expresidente Bill Clinton. Y lo hizo. "Hay veces en las que no sé contra quién compito", dijo sarcásticamente, en referencia al activo y duro papel que ha adoptado el expresidente desde que el senador por Illinois ganara el caucus de Iowa. La táctica Billary podría bautizarse esta división de papeles, en la que ella aparece como la candidata que ofrece propuestas y su marido muerde sin compasión.
• "No sé contra quién compito", se pregunta el senador en alusión al marido de su principal rival
• La aspirante sube la tensión del debate y acusa a su adversario de apoyar a un empresario imputado
JOAN CAÑETE BAYLE WASHINGTON
Desagradable. Intercambio de golpes. El debate del rencor. No muy civilizado. Estas son algunas de las frases con las que la prensa estadounidense calificaba ayer el debate televisado que el lunes por la noche mantuvieron los candidatos demócratas en Carolina del Sur. Nominalmente estuvo presente John Edwards, pero en realidad el encuentro fue un intercambio de golpes bajos y ataques personales entre los dos favoritos demócratas, Hillary Clinton y Barack Obama, que mantienen una lucha reñida por ganar las primarias del sábado en Carolina del Sur. Como si sonara una imaginaria campana en un ring, el debate empezó con un intercambio de golpes. Obama ya había anunciado que iba a responder a lo que considera ataques infundados de la campaña de Clinton, especialmente del expresidente Bill Clinton. Y lo hizo. "Hay veces en las que no sé contra quién compito", dijo sarcásticamente, en referencia al activo y duro papel que ha adoptado el expresidente desde que el senador por Illinois ganara el caucus de Iowa. La táctica Billary podría bautizarse esta división de papeles, en la que ella aparece como la candidata que ofrece propuestas y su marido muerde sin compasión.
WAL-MART
"Hay toda una serie de afirmaciones efectuadas por la senadora y su marido que no están sustentadas por los hechos. Yo creo que lo que la gente quiere es alguien que resuelva los problemas y no recurra a las típicas políticas de Washington", dijo Obama. Pero miembro del establishment no fue lo peor de lo que acusó a Clinton. "Mientras yo trabajaba en las calles (de Chicago) viendo cómo la gente perdía su trabajo, tú eras una abogada de empresa en el consejo de Wal-Mart", afirmó, refiriéndose a que entre 1986 y 1992 Clinton estuvo en el consejo de la empresa conocida por sus duras prácticas antisindicales.Clinton no se calló. Acusó a su adversario de no tener palabra --"Resulta difícil entender lo que el senador Obama dice, porque al enfrentarlo a sus palabras siempre dice que no es lo que pretendía decir"-- y de estar vinculado con el empresario de Chicago Antoin Rezko, imputado de fraude en Illinois. "Cuando yo estaba luchando contra esas malas ideas (las de Ronald Reagan) tú eras un abogado que representaba a tu donante Rezko en sus negocios inmobiliarios de chabolas en Chicago". El pasado sábado, Obama devolvió 40.000 dólares que recibió de donaciones vinculadas a Rezko.
ABSTENCIONES
La senadora también acosó a Obama por haberse abstenido 130 veces en votaciones del Congreso de Illinois, en algunos casos en leyes como mantener sex shops lejos de las escuelas o limitar los derechos de las víctimas de abusos sexuales. "No sé en qué contribuirá esto a solucionar el tema de los niños sin cobertura sanitaria", se quejó un ninguneado Edwards.Ese es el problema que empiezan a ver en el Partido Demócrata: que si la campaña entre sus dos principales candidatos se convierte en una agria lucha personal puede acabar pasándoles factura por la imagen de desunión. Otro tema de debate es la implicación de Bill Clinton, que algunas voces consideran ha cruzado la línea de lo que debe hacer un expresidente en una campaña.Sin embargo, ayer la senadora no rebajó su tono. "Creo que el senador Obama está muy frustrado", declaró, refiriéndose a que las derrotas en Nuevo Hampshire y Nevada habían forzado a su adversario a cambiar su estrategia. Obama lo ve de otra forma. "Estos ataques demuestran que lo estamos haciendo bastante bien", dijo en un momento del debate.
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